Pérez Zeledón se unen a la rebelión de pequeños

“Que quede claro que hoy nace un equipo grande y es Pérez Zeledón”, así lo sentenció el técnico José Giacone al terminar el juego de la final en el que se coronaron monarcas nacionales y es que sus palabras están inundadas de realidad.

Pérez dio una estocada al que se consideraba todopoderoso Herediano y consumó su rebelión para salirse por completo del grupo de los pequeños, tras bordar su primera estrella en el fútbol tico.

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Los Guerreros del Sur le hicieron honor a este apodo y se unieron a un grupo muy selecto, en el que solo estaban la Universidad de Costa Rica (1943), Carmelita (1961), Uruguay (1963), Municipal Puntarenas (1986), Liberia (Verano 2009) y Brujas (Invierno 2009).

El sabor de lograrlo de esta forma es especial, único y no tiene comparación, según dicen los que ahora son héroes en el Valle de El General.

“Tuve dos oportunidades de lograrlo con San Carlos y no se me dio, pero sabe más en este tipo de equipo. Nadie daba nada por nosotros y saber que se le da tanta alegría a un pueblo y que se logró el título me hace sentir orgulloso”, señaló el volante Álvaro Sánchez.

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Después de la hazaña chuchequera se tuvo una sequía de 23 años hasta que emergieron los liberianos y los brujos en 2009. Sin embargo, parecía imposible o irreal pensar en otra gesta como la que consumó José Giacone y su grupo.

En un balompié dominado por los tradicionales, sus marcadas diferencias en presupuestos y recursos, se pensaba como absurdo que alguien más colocara su mano en el trofeo.

PZ se olvidó de sus limitaciones económicas, de que en el papel parecían víctimas frente a unos florenses que los superaban en plantel, finanzas, estructura y afición. Al final el pequeño fue el victimario y ascendió a lo más alto en el Apertura 2017.

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“Estoy muy agradecido con Dios por regalarme esto. Todas las situaciones complicadas que viví y ahora pensar en llegar a mi pueblo con el título es una bendición. Lo vivo con tranquilidad y mucho orgullo”, dijo Juan Gabriel Guzmán.