San Isidro de El General. El golazo de Luis Pérez y la grieta que cada vez se hace más profunda en el Herediano sobresalen en la victoria que consiguió ayer Pérez Zeledón, en un partido, reñido y parejo, que no derrochó vistosidad técnica.
Luis Pérez, gestor de una joya y quien puso el segundo, salvó a un equipo que, como los florenses, está obligado a verse bien por la inversión que se realizó en la planilla.
A ello se agrega que en la jornada inaugural los sureños habían caído ante la UCR, mientras que el Team empató en casa con Belén.
Con siete recién llegados, muchos de ellos de buenas condiciones, Pérez mostró desde el arranque es fuerte pero falta cohesión.
Pedirle al director técnico Marvin Solano resultados inmediatos es aventurado, pero el fútbol tico es así, de poca paciencia.
Pese a la falta de amalgama, los sureños tuvieron las mejores opciones del primer tiempo, la primera, y, de por sí, la más clara, fue la que Kenneth García envió arriba del horizontal aún sin marca.
La gruesa falla del volante exmanudo la compensó el habilidoso Stward Pérez con un golazo en el que dejó en el suelo tanto a José Garro como a Cambronero, luego de “bailarlos” y definir de globito.
La conquista evidenció una pésima marcación de Garro, quien le regaló a Pérez la posición cuando disputaban un balón aéreo.
La satisfacción fue efímera, ya que solo dos minutos más tarde, al 23’, los florenses empataron gracias a un descuido defensivo que le dejó el balón servido a Granados en un tiro de esquina de Yosimar.
Este pequeño futbolista, al que la titularidad aún no le pertenece, es quien mueve los hilos de la mediacancha, pero la falta de ritmo le cobra factura y lo vuelve ausente.
Este detalle se paga caro en un conjunto rojiamarillo donde sobran hombres y aparecen figuras como el mexicano Antonio Pedrosa, de buena técnica, garra y desgaste siendo un enganche.
Este Pedrosa fue el que generó los mejores momentos florenses, tanto en el mano a mano como en los pases a Brunet Hay, gigante panameño que poco a poco asume su función de pivote en el área.
La poca sintonía en ambos conjuntos, Pérez por su gente nueva y el Team por el uso de pocos titulares, cercenó la vistosidad de un partido en el que hubo velocidad, mas también mucha imprecisión.
Claro ejemplo es el caso del Coco García, con poca cohesión hacia sus compañeros, además de frecuentes errores en sus servicios.
El juego lo salvó Pérez, aquel que había puesto al público de pie con su gol, y que al 69’ hizo pared con el uruguayo Fabricio Ronchetti para darle un centro que el suramericano envió al fondo.
Herediano intentó rescatar un punto, pero al arquero panameño McFarlane y la apuesta de usar suplentes de cara a la Concacaf le jugaron en contra y agrietan más un inicio no acorde a su inversión.