El equipo canalero logró en medio de muchas limitaciones poner en raya a una Tricolor de individualidades, sin equipo, fiel reflejo de lo que fue su preparación.
El gol de Rolando Blackburn al minuto 71 dejó en estado de shock a un equipo que dominó pero no tuvo la claridad ni el trabajo necesarios para traducir eso en anotaciones.
Costa Rica se jugaba anoche el pase a la eliminatoria de la Concacaf rumbo a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, un boleto para el que necesitaba de una única anotación pues en la ida cayeron 2-1.
En esa búsqueda de un resultado a todas miras posible, Ronald González plantó en el campo a un cuadro que, por nombres, invitaba a la comodidad, pero al igual que hace una semana el resultado fue un desaire más para un equipo que se perfiló para muchísimo más.
Dos contenciones y una línea de cuatro fue más que suficiente para detener los aislados embates de un cuadro panameño que prácticamente no amenazó la portería tica.
Sin embargo, esa calma en la parte baja en nada ayudó a fortalecer a un equipo que evidenció la carencia de trabajo de conjunto.
La Preolímpica anoche dominó el encuentro sin creérsela, tuvo el balón en todo momento, mantuvo el asedio en la parcela rival mas nunca llegó con claridad arriba.
La consigna de encerrarse atrás fue la tónica lógica y evidente de un equipo canalero consciente de sus limitaciones y que entendió que su mejor apuesta era vivir de un crédito mínimo pero valioso.
Así se jugó casi todo el partido, hasta que al 71’ una de esas reglas no escritas del futbol se hizo presente y el equipo que no quiso castigar se encontró abajo en la pizarra.
Panamá aprovechó un contragolpe aislado y un grosero error de marcación por parte de José Salvatierra y José Mena para asestar el tanto mortal, el dardo con el que aquel proceso que llevó a Costa Rica a ser cuarta del Mundial de Egipto 2009 quedó tumbado.
Con el marcador en contra la urgencia de una anotación por fin se hizo evidente en la Tricolor, pero pasó cuando ya era muy tarde.
Finalmente la velocidad y gambeta de John Jairo Ruiz, quien había ingresado al 53', le valieron a la Tricolor la honra, pues al minuto 85 el delantero fue derribado en el área en una falta que Óscar Duarte tradujo en la paridad.
La anotación apenas sirvió para devolver la ilusión a una parte de la afición que ya abandona el reducto, con el cántico del “sí se puede”.
Esa ráfaga de esperanza le abrió paso al fracaso de la Tricolor, que no estará en Londres 2012.