Redacción
De la etapa de Osvaldo Rodríguez en Alajuelense se recuerda un golazo en Pérez Zeledón y algunos pocos partidos sobresalientes frente a clubes pequeños, casi nada. Aquel volante tímido que desaparecía en los grandes escenarios, hoy es la bujía del Santos de Guápiles por segunda campaña consecutiva.
No es exagerado decir que Rodríguez ha tomado un rol protagónico en su club. En el vestuario guapileño se le reconoce como el mediocampista que hace la pausa y se echa el equipo al hombro en el manejo de los tiempos.
Dentro de la estrategia de juego de Johnny Chaves, la rotación constante de posiciones y el correr con sentido, en lugar de perseguir el balón a lo loco, se vuelve fundamental para todo aquel futbolista que desea jugar.
Osvaldo cumple el papel que le corresponde con soltura, se acerca a pedir la pelota, lanza pases a profundidad, acelera el juego cuando es necesario y también baja las revoluciones cuando el equipo lo necesita.
Lejos de la versión timorata de la Liga, Rodríguez se dio cuenta de que podía dejar de ser actor de reparto, para convertirse en el personaje principal de la obra.
La principal interrogante que se genera es por qué en la Liga no alcanzó el rendimiento que muestra en Santos.
"Los años me han hecho crecer. Además, yo creo que pesó el ritmo de juego, pues cuando llegué a la Liga tenía rachas de cinco o seis partidos jugados y otros cinco en los que no tenía participación y a veces eso cuesta; le corta a uno el fútbol", explicó Rodríguez.
El mediocampista argumenta su hipótesis en que cuando dejó el Santos para vestirse rojinegro, venía precedido por una convocatoria a la Selección Nacional y un desempeño destacado.
La principal diferencia es que en esta ocasión ya es uno de los hombres consolidados dentro de un plantel en el que predominan los jóvenes valores. También hay otra diferencia: la mayoría de balones pasan por él.
Dos de las tres anotaciones de Santos frente a Limón nacieron en los pies de Rodríguez. En el retrato general del cotejo, también se evidencia cómo las funciones de generación recaen en él y en su compañero Wílmer Azofeifa.
El timonel Johnny Chaves asegura que un año atrás empezó a presionar al futbolista para que diera un poco más. Hace unos meses le habló a solas y lo instó a llevar un peso mayor del medio campo.
"Hay jugadores a los que les cuesta ser importantes. Él tuvo un momento en el que cambió todo. Fue un día que lo presioné y después de ahí él sacó lo mejor de él", explicó el timonel santista.
Dentro del camerino existe confianza en el juego del mediocampista. Aunque debe cumplir funciones en la marca, como referenciar a los volantes rivales para evitar que los tomen mal parados, es una pieza clave.
Marvin Obando, lateral santista, cree que si Rodríguez vuelve a recibir una oportunidad en un club grande, es probable que muestre un mejor desempeño, más cercano a lo que presenta hoy en día con el Santos.
"Osvaldo estuvo en la Liga y tal vez no le fue como quería, pero está rindiendo bien para volver a ir a un equipo grande o a otro equipo mejor. Es el jugador que da la pausa y el equilibrio acá", resaltó Obando.
A la fecha, Rodríguez sobresale como uno de los hombres con mejor rendimiento de la cuadrangular.
La satisfacción del futbolista es que desde que regresó al club, ha logrado dos clasificaciones al hilo.
Según él, esto respalda su crecimiento y le da alas para continuar el proceso de mejora.
"No es casualidad que desde que regresé a casa y en dos torneos seguidos hayamos clasificado. Hicimos lo que ningún otro equipo pequeño había alcanzado", concluyó Rodríguez.