Solidez y paciencia, ingredientes básicos en la receta de Óscar Ramírez en este Alajuelense, que callado y trabajador ya tiene al Saprissa a su alcance.
Y es que pasado el vendaval del inicio de temporada, esta Liga luce inamovible, y aún más entre las cuatro graderías del Alejandro Morera Soto.
Ya suman ocho juegos sin perder en todas las competiciones y eso los puso apenas a dos puntos del líder, el Saprissa.
Pero los manudos le restan importancia a esta cercanía y prefieren enfocarse en mantener su buen juego.
“Nosotros sabemos que está esa posibilidad, pero preferimos enfocarnos en lo que nosotros realizamos, en entrenar para ser mejores no solo en la tabla”, mencionó Álvaro Sánchez.
Ahora lo único en la mente de los liguistas es el partido del Carmelita, ya que solo tienen tres días para prepararse.
Orden. Los abuelos dicen que un buen equipo se construye de atrás para adelante y esa es la fórmula del Macho para consolidar al conjunto rojinegro.
Una línea de tres en la zaga que, como anoche en el Morera Soto ante los generaleños, solo sufre por sus propias desconcentraciones en la salida.
Ese es el punto débil de los manudos, la desconfianza que generan los pases como el de Johnny Acosta, que trajo un agobio innecesario con el único tanto del rival.
Pero a partir de ahí todo fluye, gracias en gran parte a un Ariel Rodríguez que es solidez pura en defensa y seguridad fija en la salida.
“Yo no soy el eje del equipo pero sí cumplo un rol muy importante en la recuperación y en la salida, es una gran responsabilidad que uno trata de cumplir lo mejor que puede” , dijo Rodríguez.
Como perfecto complemento están Luis Miguel Valle y Kenneth García, que terminan un “triunvirato” que manda en la zona media.
Todo este cerrojo permite que la Liga solo haya recibido goles en tres de sus últimos ocho juegos.
Y ya en el ataque, Jerry Palacios se encarga de la fuerza y el pivoteo, mientras que Álvaro Sánchez se ocupa de la picardía y la velocidad. Una dupla que ha convertido esta temporada en la mejor del Macho en ofensiva, con 20 goles. Solo los supera el Saprissa.
Con ese engranaje armado, el ataque rival es limitado, el portero Pemberton se convierte en un espectador la mayor parte del duelo.
Si todo funciona, el técnico se lleva los vítores y por eso en la conferencia de prensa, el Macho Ramírez responde cada pregunta con una ligera sonrisa.
“Él saca lo mejor de cada uno de nosotros, y ese es el plan, seguir contundentes para no ceder puntos”, expresó Elías Palma.