Fútbol Nacional

Opinión: ¡Salud, artista!

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No jugaba al fútbol: lo bailaba, lo coreografiaba, lo improvisaba. Era tan artista como futbolista. Tenía con el balón una relación íntima, simbiótica y, en el sentido más laxo de la palabra, erótica. La pelota era una prolongación de su cuerpo. Ustedes pueden hablarme todo lo que quieran de Messi y CR7, pero yo les respondo: el mundo echa de menos a Ronaldinho. Su vacante en el variopinto carnaval del fútbol mundial sigue vacía, nadie ha ocupado su puesto, y es con nostalgia profunda que nos preguntamos si habrá nunca reemplazo para la gran ausencia-presencia que dejó.








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