Fútbol Nacional

Opinión: Los modernos castrados

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“En diez años su hijo será el nuevo Lionel Messi”. Con ese gancho embaucan a los padres. Estos, ingenuamente, creen en lo que el reclutador de talentos les promete. Creen, sí, aun cuando la insobornable voz interna les susurre que tal promesa es una engañifa para hacer dinero a sus expensas. El niño, por su parte, se siente obligado a ser justamente lo que el oráculo dijo: el Lionel Messi de la próxima década. Lo sacan de la escuela y del colegio, no le permiten socializar, lo aislan, lo ponen bajo una especie de campana de cristal: todo lo que podrá hacer es patear un balón, y desear, bajo una estrella, que algún efluvio espiritual de Messi emigre a su cuerpo y le confiera su grandeza futbolística.








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