Para los cartagineses, la posposición anoche del partido era muy probable. Ellos coincidieron en que el viaje a San Isidro de Pérez Zeledón iba a ser de ida y vuelta, por el mal estado de la cancha.
No le tuvieron confianza al informe de la Unión de Clubes de la Primera División (Unafut). Incluso, el cuerpo técnico brumoso pronosticó que el terreno de juego no era apto para realizar el juego.
Javier Delgado, entrenador del Cartaginés, aseguró que dejar en pie el partido fue una irresponsabilidad de la Unafut. Al estratega le pareció extraño que no se acordara suspenderlo con anticipación.
“Sabíamos, desde anteayer, que en esta cancha no se podía jugar. El comisario de la Unafut mandó ayer (el martes) un informe diciendo que la cancha estaba en condiciones para jugarse y, con eso, se mantuvo; sin embargo, hoy (ayer) en la tarde, el comisario vuelve a mandar otro informe diciendo que no se puede jugar y, a pesar de eso, el Comité de Competición dejó que pasara esto”, comentó Delgado.
El técnico papero aseguró que la situación no le da ventaja a ninguno de los equipos. Agregó que, incluso, el partido que se reprogramó para hoy, a la 1 p. m., no representa ayuda para ellos, pues el terreno del Coyella Fonseca (Guadalupe de Goicoechea) es nuevo para ambos.
“La cancha va a estar bien para Cartaginés y para Pérez Zeledón. Es una superficie desconocida para los dos; va a ser un gran encuentro, ya que es una final entre los dos”, expresó Delgado.
Néstor Monge, quién jugó la temporada anterior con los generaleños, afirmó que era de conocimiento del grupo el estado de la cancha.
“Veníamos con la mentalidad de jugar, pero uno se averigua y me decían que la cancha estaba fea y en malas condiciones. Es un poco complicado, ya que ellos están jugando con todo y este es un viaje cansado”, manifestó Monge.