Tegucigalpa, Honduras.
El debut internacional de Mauricio Vargas le dejó un sinsabor.
Vargas tenía la difícil tarea de suplir a Patrick Pemberton, quien no actuó anoche ante el Olimpia por sanción, pero la faena no fue sencilla.
Apenas en dos minutos, Vargas vio cómo su marco era perforado por un delantero temible como Carlo Costly.
En la jugada, Vargas salió muy lento y cuando se dio cuenta, la pelota le pasó entre sus piernas; en ese momento no le quedó más que ir a traer el balón al fondo.
Los primeros minutos fueron de agobio para el guardameta, no se veía con confianza y le faltaba el liderazgo que caracteriza a Pemberton.
A los 25’, Vargas falló de nuevo en el segundo tanto de los catrachos, pues se quedó esperando el cabezazo de Kevin Álvarez, en lugar de atacarlo. De esa manera, no pudo evitar la segunda celebración en el Tiburcio Carías Andino de Tegucigalpa.
“El primer gol nos toma por sorpresa y luego hubo un despiste en táctica fija, al final nos acomodamos, tuvimos la pelota y dominamos el segundo tiempo, pero no logramos el gol”, dijo Mauricio Vargas.
Para la segunda parte, el arquero sacó su mejor versión, al punto de ser determinante para que la escuadra de Benito Floro no saliera goleada.
Al 65’ Vargas tuvo su segundo mano a mano con el experimentado Costly, quien recibió el balón entrando al área.
En esta oportunidad, el tico aprendió la lección, se paró bien, miró el balón y sacó con ambas manos el fuerte remate del delantero del Olimpia.
Esa confianza que fue ganando Mauricio se impregnó en sus compañeros y la Liga se fue al ataque en pro del añorado descuento que no llegó.
El juego de vuelta, este jueves a las 8 p. m. en el Estadio Nacional, también será responsabilidad de Mauricio Vargas, pues Pemberton debe un juego más de sanción.