Alajuela. La zurda de Cristian Oviedo enmarca el temple con el que esta Liga, infaliblemente, define las finales. No falla cuando hay un título en la palestra.
Él sentenció, de penal, el primer título de Óscar Ramírez en Alajuelense, contra el Herediano en el Invierno del 2010.
Él sentenció, de penal, el primer título del regreso del Machillo, el domingo en Heredia.
Otro gran penal de final lo marcó en diciembre del 2008, ante la S, para imponer dos hitos: el último gol en la gramilla natural del Morera y romper la racha de 20 derrotas manudas en clásicos.
Ayer el jugador mencionó que tanto le ha dado el club a él, en casi nueve años de idilio, como él a la casa alajuelense. Lo mismo se puede decir respecto a Óscar: antes de ganar cinco títulos con Machillo Cristian había perdido cuatro finales (una en Santos, otra en el Team y dos en la Liga).
Revivió. En un solo remate Oviedo reverdeció su carrera. Con 35 años ya casi no jugaba y el retiro le tocaba la puerta. Pero el domingo engañó a Leonel Moreira y al tiempo lanzó un grito que decía “quiero jugar un año más”.
No le ha gustado que aún no le aclaren su futuro y se ha dejado decirlo muy claro: “Después de nueve años de estar en esta institución deberían llegar a decirle a uno: se va a quedar o se va a ir (...). Yo estoy muy contento aquí, quiero retirarme en este equipo”.
Tampoco descarta cambiar de camiseta con tal de jugar un poco más. Eso sí, dice que aún no le han llegado ofertas de otros lares.
Y no es que sea la situación económica lo que le aleja de seguir vestido de erizo para el Verano, sino la incertidumbre.
“Yo quiero jugar un año más y retirarme en este equipo. Vamos a ver qué pasa (...).
“No sé qué me van a plantear ellos, hay que ver. No soy un jugador carísimo como otros. Estoy tranquilo esperando”, sentenció.
Entretanto, la Liga augura calma y hasta dos semanas para tomar una decisión.