E l Renacido. Después de un estado de hibernación, entre lesiones y suplencia, Anllel Porras resurge de la nieve para alcanzar cimas insospechadas en Pérez Zeledón, pero con la ayuda de un actorazo de reparto: Erick Scott.
Primera Plana. Marvin Angulo dirime la portada con Diego Madrigal y Rándall Azofeifa, los dos primeros con actuaciones de 10 en algunos partidos, pero otras discretas (de 4 o 5). Mientras, Rándall puntúa de 8 en 8.
Intensa-mente. Un equipo que juega con intensidad, gracias a una mente maestra que dirige a los jugadores cual piezas de ajedrez. Ese es el Belén de José Giacone, la gran sorpresa de la primera vuelta.
La Gran Apuesta. Despedir al DT más ganador de su historia, Odir Jacques, para colocar al timonel tico más laureado de este siglo, Hernán Medford (campeón en Costa Rica, Guatemala, Honduras, Concacaf y tercer lugar del Mundial de Clubes en 2005), es la gran apuesta de Herediano.
Mad Max: Furia en la carretera. Tras los últimos colerones que se llevó su afición ante Saprissa (tres veces) y Herediano en instancias finales, la Liga transita la carretera al son de la furia deportiva, con Cummings dando declaraciones combustibles y McDonald cual carro chocón, fiel a su estilo.
Brooklyn. En el cine, la protagonista sale de su tierra natal (Irlanda) para buscar la felicidad en otros lares (Brooklyn). En nuestro fútbol, el protagonista salió de Heredia, donde no consiguió trofeos como jugador ni como DT, para alcanzar la gloria con el Saprissa, ahora como gerente. La película muestra cómo Paulo César Wanchope lucha para hacer esa alegría sostenible.
El Marciano. Al igual que al pobre de Matt Damon en el filme, a Horacio Esquivel se le fueron sus compañeros de expedición (Dexter, Maitland, Rivas, Duarte, Díaz, Pemberton y Scott) y hoy está lejos, ¡lejísimos de la clasificación!, como la distancia de aquí a Marte.
Room. En la habitación más oscura, más temida, de la que cuesta más salir, el sótano, atrapada, secuestrada con todas sus carencias, yace Carmelita. Mientras tanto, sus rivales directos saltan los peldaños de tres en tres (puntos) en busca de la salvación.
Leonardo DiCaprio. Después de tanto pulsearla, ganó su “osquitar”. Ahora sí, solo falta Cartago.