Alajuela. Saprissa se guardó anoche todo el brillo de su victoria ante Pérez Zeledón pero cumplió con la obligación de ganar en la carrera hacia el boleto.
El solitario gol de Diego Estrada al 49’ le alcanzó a los morados para salir del Morera Soto con una sonrisa, aunque temblorosa, porque al final los locales vendieron muy cara su derrota.
El partido abridor de la penúltima jornada del Verano dejó ver otra vez al Saprissa dominador de sus mejores fechas, con la salvedad de que anoche fue excesivamente complaciente en defensa.
Rónald González le volvió a abrir las puertas de la titular a Diego Estrada y este le cumplió con su juego de toque y pases milimétricos, que finalmente nunca encontraron la complicidad de unas piernas oportunas.
José Luis Cordero fue el mayor baluarte de los tibaseños en ofensiva durante toda la primera parte, pero entre una errática puntería y un aplicado Marco Madrigal no hubo nada qué reportarle al volante en el pizarrón.
Carmelita, en cambio, padeció demasiado la falta de su goleador, un lesionado Alejandro Aguilar cuya baja condenó a los suyos a vivir únicamente del recurso del contragolpe.
Ahí es donde entran a jugar las facilidades de la S atrás, cargada de espacios cuando el equipo se enfocaba en la faceta ofensiva.
Así, el primer tiempo estuvo lleno de opciones para los dos bandos, eso sí, las más claros para los hombres de la casa.
Sudor y nervios. El gol de Diego Estrada apenas reanudado el compromiso llevó algo de tranquilidad a la feligresía morada, consciente igual los jugadores de que anoche había que ganar o ganar.
El problema fue lo que siguió después de la anotación, pues conforme el reloj avanzó la S empezó a padecer la presión del marcador y la ausencia de un segundo gol.
Carmelita, que para ese momento había desistido de proponer en ofensiva, empezó a adelantar líneas hasta llegar a la parcela tibaseña, ahora repleta de hombres luchando por mantener el cero.
Una seguidilla de tiros de esquina y una chilena de Diego País le quitaron el aliento al saprissismo, que terminó pidiendo tiempo en pero al final pudo sonreir nervioso: misión cumplida anoche en el Morera Soto.