La Universidad de Costa Rica saca pecho en el Torneo de Invierno, y con una goleada 3-0 ante Puntarenas F. C. consolidó el cuarto lugar que lo ilusiona con las semis.
La jornada no podía ser mejor para los académicos, porque golpearon directamente a los porteños, empató Carmelita y perdió Cartaginés, y se descolgó en zona de clasificación.
Aquel estigma de ser un equipo defensivo dista mucho de lo que muestran los académicos sobre el terreno de juego, sino que lo digan los chuchequeros.
Un vendaval universitario arrolló con mucha facilidad a un equipo naranja desconocido, sorprendido por el ímpetu local y que fue amo y señor del juego desde el inicio.
Un inspirado Yeremy Araya abrió el camino con el 1-0 desde el minuto 6, para simplemente ponerle cifras a un partido que presagiaba goleada.
Al igual que le sucedió a Limón, Puntarenas se mostraba desahuciado en el Ernesto Rohrmoser.
Ese gol de Araya fue esa inyección de adrenalina que tuvo la U, y comenzó a darse el lujo de montar un baile en el terreno de juego.
Una y otra vez el arquero porteño Víctor Bolívar sacaba agua del bote, pero le era imposible ante las embestidas de los universitarios.
Fue el ariete Jorge Babosa quien aumentó las cifras, y tras un entrevero en el área aprovechó para tocar en el área chica para el 2-0 al 19'.
Caras largas, miradas hacia el suelo. Así reaccionaron los chuchequeros. No hubo reuniones, regaños ni mucho menos reacción.
Por el contrario, Jonathan Sibaja desbordó a velocidad por sector derecho, y asistió a Barbosa para dejarlo mano a mano con Bolívar. El suramericano, a puro colmillo, tocó suave al palo largo del meta visitante para el 3-0 al 27'.
Ya, para la segunda mitad, la Universidad le bajó las revoluciones al partido, ante un tímido intento de reacción de Puntarenas.
Ahora se le vendrá una prueba de fuego a la UCR, cuando visite al campeón nacional, Herediano, el próximo sábado a las 8 p. m. en el Rosabal Cordero.