Solo seis de los que fueron titulares del Galaxy anoche son suplentes regulares del equipo. Los demás no llegan ni a eso. Esa reserva de los californianos bastó para aplastar al Cartaginés.
Los brumosos no encontraron las claves para descifrar a un simple y limitado cuadro estadounidense. Así que el resultado fue una humillante derrota.
Hubo un momento, un instante que pudo cambiar el destino y darle a los azules la fuerza para tomar el partido con un poco menos de apatía y algo más de dignidad.
Apenas al 3’, Paolo Jiménez y Pablo Herrera armaron un ataque veloz que culminó en bola servida para Randall Brenes. Mas el de anoche estaba lejos de ser el mejor juego del Chiqui.
Jack McBean, un niño de 18, desarmó desnudó a la defensa brumosa. La promesa del Galaxy se lució ante una estática retaguardia que ayer estaba para ser vencida por cualquiera.
Al 6’, Rafael García lanzó un centro de tiro libre y McBean lo anotó sin problemas.
El mismo juvenil inició la jugada para que Michael Stephens le lanzara el centro a Chandler Hoffman. El segundo gol, al 18’, entró con la misma simpleza que se abrió el marcador.
Lo que más denotó la apatía de los brumosos fue la falta del algún aspaviento cuando Laurent Courtois tomó un mal rechazo de Carlos Johnson para incrustar el tercero en la meta del portero Luis Torres, al 29’.
¡En menos de 30 minutos la reserva del Galaxy goleaba por 0-3 al Cartaginés! Y ningún jugador azul mostraba reacción alguna...
Poca mejoría. Tras ver a su conjunto goleado, Javier Delgado mandó al campo a Erick Scott como buscando alguna reacción.
Al 34’, ingresó el delantero dando cabida a que Brenes bajara a la mediacancha a organizarle mejor las ideas al equipo.
Hubo mejoría. En parte porque los paperos no podían jugar todavía peor que en el primer tercio.
También por la calma con la que un ya clasificado Galaxy vivió el resto del partido. Le dio pie a Cartaginés para tomar la posesión del balón y mandar en el juego.
Sin embargo, tener la pelota no es sinónimo de ser mejor. Tampoco de tener más oportunidades en el marco contrario.
Con el control de lo que restaba del encuentro los brumosos lo que hicieron fue aburrir a los fieles aficionados que se presentaron en buena cantidad anoche al Coloso de La Sabana.
No pasaron de estrellarse una y otra vez contra los defensores rivales o pegarle un par de sustos al portero Brian Rowe.