El próximo domingo se cumplirán tres años exactos desde que Yeltsin Tejeda debutó con Saprissa , lapso en los que los rumores de ofertas y salidas afloraron casi tanto como las negativas de los tibaseños por venderlo.
Poco después de ese estreno en Pérez Zeledón, el volante viajó a Colombia para estar en aquel Mundial Sub-20, una cita en la que llegaron las primeras tentativas por sacarlo de Tibás, ninguna nunca a la altura del plan morado para su nuevo talento.
Desde entonces, la directiva encabezada por Juan Carlos Rojas dejó claro que no querían una liga intermedia para Tejeda, nada de trampolines aunque se tratara de un joven de solo 19 años.
Ese 2011 acabó con rumores de México y Europa, lo mismo que el 2012 y 2013: hubo intereses por mover al costarricense hacia ligas nórdicas, un paso usual para el balompié tico pero que Saprissa nunca quiso dar con Tejeda, por más que esas posibilidades despertaran ilusión en el jugador.
Así fue hasta el 2014, cuando las dos partes llegaron a un trato final. Tejeda, pieza fundamental en el esquema de Rónald González, se quedaría para intentar un último pulso por la estrella 30, espera que coincidía con lo que pudiera dejar un Mundial de Brasil en el que nadie dudaba que el contención estaría. Funcionó.
Saprissa no solo frenó la sequía sino que la cita en el Cono Sur al parecer alcanzó para revalorizar a Tejeda, alabado por su habitual entrega con la Tricolor y hoy citado a firmar en Francia o Inglaterra, lo que salga mejor.
Las dos posibilidades cumplen con el check de la Primera División y en ligas de buen calibre, aunque está claro que la inglesa está un par de peldaños arriba, pese al renovado empuje galo.
Con eso también se obvia el tema del nivel, dejando solo una parte económica que se sabe tiene más que satisfechas a todas las partes involucradas.
Allá va Tejeda a cumplir su sueño, con un título bajo el brazo y un aire de consolidación, dejando atrás a un Saprissa satisfecho de que, al final, su apuesta está aterrizando en Europa.