Cartago
Cartaginés acumula dos triunfos consecutivos y está a tres puntos del cuarto lugar, por lo que desaparecieron las caras de preocupación y tensión por lo vivido en el inicio del Torneo de Apertura.
Javier Delgado busca aprovechar el buen ánimo que existe para propinarle un golpe a Alajuelense, este domingo a las 4 p. m. en el Estadio Nacional, que de paso podría catapultar a los centenarios a la zona de clasificación. El timonel reconoce que deben seguir mejorando, pero ahora lo hacen en un mejor ambiente y sin la ansiedad de las primeras fechas.
El timonel se medirá con Wílmer López, uno de sus grandes amigos del fútbol y a quien asegura conocer a la perfección, aunque no se confía porque sabe que el Pato también tiene un amplio conocimiento de él, tras compartir como jugadores y en el banquillo. El Sheriff espera un juego intenso y enfocado en lo que hagan los futbolistas, no tanto en su duelo con Wílmer.
¿El juego ante Alajuelense es crucial para Cartaginés?
Es un partido importante para nosotros, sea el rival que sea. Lo que queremos es seguir consiguiendo buenos resultados para seguir sumando de a tres. Con dos victorias nos metimos a pelear y ahora enfrentamos a un rival directo, con el que hay una diferencia de solo tres puntos.
"Estamos muy motivados, venimos de cuatro partidos en los que jugamos muy bien. Incluso, los dos juegos más recientes los combinamos con resultados y tres puntos importantísimos. La última imagen que se tiene es la remontada que se dio ante Guadalupe, una reacción muy buena, que habla muy bien de los muchachos. Visualizo un partido intenso y de ida y vuelta porque está en disputa el cuarto lugar".
¿Cuánto ayuda que el equipo se quitó la ansiedad y la presión con los últimos dos triunfos?
El fútbol y la vida se trata de estados emocionales. Cuando en la vida a uno le va bien, anda alegre y muy dispuesto, mientras que cuando no, se entra en depresión o ansiedad y en el fútbol es lo mismo, porque es de momentos. Hay que aprovechar los buenos, porque en algún momento tocarán difíciles.
"Hemos ido en un crecimiento importante, no solo futbolístico y de resultados, sino también de rendimiento individual y colectivo. Entendíamos que el inicio iba a ser complicado, por lo que se sabe de las sanciones y lesiones, aquí es donde tuvimos paciencia, serenidad y tranquilidad para entender en dónde se estaba y hacia dónde se quiere llegar. Esta paciencia nos está dando los primeros frutos, aunque no todo está solucionado. En Cartaginés creció la confianza, la alegría y la moral, y este tipo de partidos catapultan y maximizan a un equipo y a su afición".
Wílmer López es uno de los amigos que hizo en el fútbol, ¿qué significa enfrentarlo?
Conozco a Wílmer de toda la vida. Fuimos compañeros como jugadores y también en el último cuerpo técnico en el que estuve en Alajuelense, al igual que con Cristian Oviedo; ellos dos estuvieron muy cerca mío.
"Wílmer conoce muchas cosas mías y yo conozco muchas de Wílmer, pero no es un partido de tenis en el que se enfrentan Javier Delgado contra Wílmer López, sino que es un Cartaginés ante Alajuelense. Ellos tienen sus aspectos positivos y negativos, como también los tenemos nosotros. La ciencia estará en cómo engrandecer las virtudes y cómo aprovechar las deficiencias del rival".
¿Qué aprendió Wílmer López de Javier Delgado y viceversa?
Lo que aprendió de mí se lo tendría que preguntar a él, pero Wílmer siempre vio de mí trabajo, disciplina, esfuerzo y análisis del rival. Nuestra formación es ganadora, de buscar lo máximo, de estar en los primeros lugares y conseguir títulos, algo que traemos desde que éramos jugadores.
"En mi parte, como jugador aprendí de la calidad que Wílmer mostraba. En la parte técnica, lo que aprendí de Wílmer es que es una persona analítica y que le gusta que todo se haga bien, pero en lo futbolístico es complicado, porque se aplicaba la parte mía y más bien él tenía que ir viendo la manera de trabajar para ir implementado. Él me daba sus comentarios y su parecer, y se tomaban las decisiones".
"En esta nueva etapa Wílmer tiene dos hombres inteligentes e importantes, cada uno con su estilo. Mauricio Montero tiene más años e incluso fue el primer asistente que tuve en mi carrera como técnico, mientras que Jozef Miso cuenta con un buen recorrido en otros equipos. Estas tres cabezas tratan de sacar lo mejor de Alajuelense, pero es cosas de ellos, yo estoy en lo mío. Insisto, esto no es un Javier contra Wílmer, Mauricio y Miso, porque sería tres contra uno y no se vale".
¿En qué se diferencia el estilo de Wílmer López al de Javier Delgado?
Cada quien tiene su manera de ver el fútbol. Cuando empecé en esto de la dirección técnica tomé muchas enseñanzas de entrenadores que tuve, como Juan José Gámez y Jorge Luis Pinto, así que hice una mezcla de todo lo que vi y lo que pensé que me iban a servir, hasta que poco a poco le di mi sello.
"Wímer también tuvo estas experiencia. Wílmer es muy inteligente, es de fútbol y siempre ha querido esta oportunidad; no se puede desaprovechar, algo que sé que entiende bien. Este es el espacio para que pueda consolidarse y darle estabilidad a un puesto que es muy difícil y complicado.
Wílmer tiene muy poco tiempo como técnico de Alajuelense, ¿tiene claro a qué juega?
Sí. Observé el clásico, el juego ante Pérez Zeledón y Liberia y ha mantenido una estabilidad en la alineación y lo que quiere. No es que ya todo esté descubierto y no se puedan dar sorpresas, pero el estilo de Alajuelense está muy definido, lo que puede cambiar es lo que haga cada jugador. Uno no se puede confiar de que conoce al dedillo al rival, pero lo primero es que el equipo propio esté bien y luego estar atento al desarrollo del juego por si se da alguna variante.
Es la primera vez que enfrentará a Alajuelense después de su último paso por ese club, ¿qué significa?
Enfrentar a Alajuelense para mí es normal, porque lo hice con muchos equipos. La consigna siempre es la misma, ganar sin importar dónde se esté.
Perdieron ante Herediano y Saprissa, ¿es una barrera a superar el ganar a un grande?
Son épocas. Anteriormente se decía que Cartaginés le ganaba a estos equipos y tenía problemas con los otros. Nosotros no queremos distinguir entre rivales, porque son los mismo tres puntos, son igual de importantes y son los que nos pueden dar o quitar una clasificación. Esta es la mentalidad es la que nosotros queremos patentar acá, que no miremos si es un tradicional o no, cuántos títulos o afición tiene, porque es lo mismo.
Las diferencias son mínimas en la tabla, tanto hacia arriba como hacia abajo, ¿cómo lo analiza?
La prioridad para nosotros era salir de las últimas posiciones, porque pasamos un día en el último lugar. Lo que uno quiere ahora no es solo abandonar esos lugares, sino que avanzar y meterse en la lucha de los primeros puestos. Para esto debemos seguir puntuando de tres y fortalecer nuestra idea de juego.
"No hemos llegado al punto donde queremos estar, necesitamos más, pero lo bueno es que ya encontramos una estructura, un patrón de juego y equipo, porque lo que vivimos de estar cambiando y probando fue complicado. Sabemos que una victoria te manda arriba y una derrota te complica. Cada partido nuestro es una final y sé que así lo toman los otros equipos".
¿Cuánto cambia el jugar en el Estadio Nacional y no en el Fello Meza?
A nosotros nos hubiese encantado jugar acá, en nuestro ambiente, en nuestra casa y con nuestra afición. Sin embargo, la buena noticia es que jugamos en una muy buena gramilla y un estadio con muy buenas condiciones, lo que va a beneficiar al fútbol.