A pesar de que los clubes toman previsiones para llegar a tiempo a los estadios, en el camino suele aparecer una que otra sorpresa.
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Johnny Chaves, técnico del Santos, recordó la forma tan apurada en la que inició su equipo el Verano 2017.
El 7 de enero el equipo guapileño jugaba contra Alajuelense a las 6:10 p. m. en el Alejandro Morera Soto. A pesar de abordar el autobús con suficiente antelación el cierre parcial de la ruta 32 les complicó el viaje.
“Tardamos dos horas y media en salir de Guápiles; estaba previsto que hiciéramos una parada para realizar una merienda y afinar los últimos detalles del juego, sin embargo, ese retraso nos complicó y llegamos justos de tiempo al Morera Soto (...) Prácticamente los jugadores se comieron la merienda en dos bocanadas y a jugar. Ese día ganamos 2-1”, recordó Chaves.
Carmelita también coleccionó un par de anécdotas, según Lorena Salazar, la encargada de organizar los traslados a los juegos de visita del conjunto verdolaga.
“Hace unos años, íbamos a jugar a Guápiles pero de camino cerraron el Zurquí. Nuestro bus tuvo que devolverse y tomar la ruta por Turrialba. Cuando los jugadores llegaron, prácticamente el partido estaba por comenzar, así que no les quedó más remedio que cambiarse en el bus”, contó Salazar, quien agregó que en una ocasión el vehículo que los llevaba, también a Guápiles, se varó en San José y hubo que reemplazarlo con otro que tardó casi dos horas en llegar al lugar donde esperaban.
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El puente de La platina también ha cambiado los planes de los clubes, en especial a la Liga, que este año viajó a Pérez Zeledón por la costanera “para evitar quedarnos pegados”, según Víctor Reyes, secretario técnico del club.
Alajuelense, al igual que Herediano y Saprissa, tiene la ventaja de que siempre viaja un día antes.
Asimismo, el pesado tránsito que impera en las carreteras del país ha motivado a los clubes a no dormir en algunas zonas fuera del Valle Central y regresar después del partido, aunque sea de madrugada.
Retornar a casa aunque sea ‘trasnochados’ y entrenar en el siguiente día es un hábito común en los clubes.