Herediano y Alajuelense terminaron la fase regular del torneo igualados en todo en sus enfrentamientos particulares (2 a 1 en ambos juegos), por lo que a las puertas de la final, que escenificarán este lunes, a partir de las 8 p. m., surge la pregunta: ¿dónde marcan la diferencia?
Para tener más claro el panorama, La Nación le hizo esta consulta a un representante de los cuerpos técnicos de los equipos eliminados en el Verano y tras analizar sus respuestas, se extrae que el Team tiene la ventaja en la portería, en los centrales, en el recuperador, en su zona de creación y en los delanteros.
En el ejercicio participaron los entrenadores José Giacone, de Belén; Erick Rodríguez, de Liberia; Vinicio Alvarado, de Carmelita; Horacio Esquivel, de Limón; Johnny Chaves, de Santos; y César Méndez, extimonel de Cartaginés.
También, los asistentes Manuel Gerardo Ureña, de Saprissa; Jimena Rojas, de la UCR; y Rándall Row, exauxiliar del Uruguay. El único club que no participó fue Pérez Zeledón.
Para quienes enfrentaron desde el banquillo a florenses y rojinegros, la Liga solo es superior con amplitud en las dos bandas. Andrés Salvatierra y Cristopher Meneses lograron regularidad, dan seguridad en defensa y pasan bien al ataque.
Además, en el choque entre volantes mixtos, Pablo Gabas gana por su manejo de pelota y aporte en ofensiva y defensiva.
Mientras que el duelo más cerrado se da entre Patrick Pemberton y Leonel Moreira, mismo en el que el del Team se impone solo por un voto e incluso dos técnicos dieron empate. Esto por lo determinantes que fueron ambos y su buen nivel.
Comportamiento similar se dio al escoger al ataque más explosivo, ya que la delantera de Herediano es catalogada como punzante y desequilibrante por dos votos más, pero tres timoneles ven la lucha pareja.
Por su parte, con los zagueros pasa todo lo contrario, debido a que los florenses recibieron seis vistos buenos y los erizos solo uno, principalmente por la fortaleza de los rojiamarillos en el juego aéreo y en el uno contra uno.
Lo mismo pasó al definir entre Rándall Azofeifa y el hondureño Jorge Claros. El tico aplastó por su marca, corte y remate.