El miércoles por la noche, unos minutos después del pitazo final del juego ante Saprissa, varios directivos, jugadores y cuerpo técnico florenses dispararon fuertes críticas contra la labor del árbitro central Wálter Quesada.
Los rojiamarillos reclamaron que muchas decisiones del silbatero fueron equivocadas y que dejó pasar varias faltas a su favor, incluido un supuesto penal por una mano en el área del defensa morado Michael Barquero.
Los directivos aseguraron que elevarían una queja ante la Comisión de Arbitraje para que analizara el desempeño de Quesada.
Ayer, el director general florense, Jafet Soto, analizó en frío el trabajo del juez central, le bajó el tono a las críticas y aseguró que sigue confiando en el arbitraje nacional.
“Era entendible la molestia que teníamos, pero lo veremos en la sesión de junta directiva para ver si es necesario plantear la queja. De repente, ya en frío, viendo el video, tomaremos cartas en el asunto en caso que sea necesario”, afirmó Soto.
“Cualquiera puede equivocarse si tiene segundos para tomar decisiones, uno tiene el video para verlo ‘n’ cantidad de veces. Wálter es, si no el mejor, uno de los mejores árbitros del país, una mala noche la puede tener cualquiera”, agregó.
Por su parte, el zaguero izquierdo Francisco Calvo reiteró que el cuarteto arbitral “tiene derecho” a equivocarse, como humanos que son, por más evidentes que resulten sus yerros.
“A veces son jugadas muy evidentes, que todo el mundo las ve, y es complicado decir que no se equivocan, pero son jugadas muy rápidas y quizás él toma la decisión de no pitar el penal”, sentenció.
Sin barras. El Rosabal Cordero fue escenario el miércoles de un nuevo episodio de la lucha entre barras de los equipos nacionales.
Durante el descanso del juego, miembros de la Ultra Morada y la Garra Herediana se encararon en la gradería norte del estadio y fue necesaria la intervención de la Fuerza Pública para evitar una batalla campal.
Antes estos hechos, Jafet Soto manifestó ayer que no desea que la barra del Deportivo Saprissa vuelva a entrar al estadio florense.
“Mi recomendación es que no vuelvan a entrar al estadio, espero convencer a la junta directiva. La seguridad nuestra cometió errores, eso lo vamos a hablar a lo interno, pero mi posición es que la barra del Saprissa no vuelva a entrar”.
Soto resaltó el ambiente familiar del reducto florense y dejó claro que no le han dado privilegios de ingreso ni siquiera a la barra de seguidores de su equipo.
“Gente como la que vino ayer (el miércoles) no merece estar en este estadio, porque aquí el 70% de la afición viene en familia, no podemos estar tensos por cinco o seis malamansados que no saben disfrutar del fútbol”, concluyó.