“Lo único que quiero es ser campeón, si me tienen que golpear a mí o a un compañero, ya eso no va a importar, si tengo que salir quebrado para ser campeón lo haré”.
Las palabras de Yosimar Arias previo al juego definitivo del Torneo de Invierno 2013, no solo dejan claro la convicción de los florenses por alcanzar el título, sino, la forma en la que el volante asumió su papel de motor del equipo.
Campeón con los rojiamarillos en el Verano pasado, Arias comenzó el Invierno como titular, pero con un rendimiento inconstante que lo relegó al banquillo.
Fue a partir de la fecha 11 que el pequeño volante comenzó a tener regularidad y protagonismo en el plantel titular del técnico Marvin Solano.
Mientras el equipo escalaba posiciones hacia el liderato del torneo, Arias aportaba goles y talento a la causa rojiamarilla.
Cuatro jornadas consecutivas anotando y brindando asistencias de gol a sus compañeros ratificaron al ‘50’ herediano como el encargado de gestar la ofensiva de su equipo.
Si el Team es hoy el conjunto con más puntos y más goleador del certamen, él tiene buena parte de la culpa.
Con el soporte de Óscar Esteban Granados y José Miguel Cubero en la recuperación de balón, Yosimar tiene el camino libre para conducir la pelota desde el terreno propio y concluir con pases milimétricos a la entrada del área rival.
Esa ha sido una de las características del estilo de juego florense durante la mayor parte del torneo, sobre todo en el Eladio Rosabal Cordero.
Pieza vital. Como lo fue en el segundo juego de la final del Verano pasado contra Cartaginés, Yosimar será el encargado de llevar los hilos del partido en un estadio donde Herediano está acostumbrado a llevar la voz cantante.
Eso lo sabe bien el creativo florense, y aunque durante el juego del lunes en Alajuela su aporte no fue el que acostumbra ver la afición herediana, tiene claro que en el Rosabal debe volver a ser protagonista.
“Hicimos un buen trabajo táctico en Alajuela, pero aquí el partido va a ser con el fútbol que hemos venido haciendo, en el que sumamos 17 ó 18 pases antes de meter un gol”, advierte.
Arias asegura que ya dejó en el olvido el juego brusco del que tanto se quejó tras el partido de ida ante los manudos; ahora su mente y la de sus compañeros está en hacer respetar su casa y alcanzar un bicampeonato que marcará historia en el club florense.