¿Cómo encontró al futbol costarricense a su regreso?
Hay equipos y jugadores competitivos, tratando de hacer las cosas bien, con una entrega total al juego, me parece que los jugadores comprendieron que tienen que trabajar, prepararse bien para lograr buenas performances y obtener buenos resultados. La calidad de juego, me parece que bajó un poco. Hay tramos del partido con un buen nivel de calidad, pero no hay consistencia durante todo el juego. Es bueno que los jugadores de Costa Rica con talento y calidad salgan para otros países, pero están aportando su talento a otros campeonatos. Antes no salían tantos jugadores, entonces mirábamos un Álvaro Mesén, Erick Lonnis, Luis Marín, Pablo Chinchilla, los Drummond, Centeno, Wílmer López, Jafet Soto, cantidad de jugadores en clubes nacionales. No es que no haya calidad hoy, pero los que tienen una calidad arriba de la media se van y no le aportan al futbol de Costa Rica, quizá a la Selección Nacional pero no al futbol.
Desde su última experiencia con Herediano en el 2005, ¿cuál ha sido su relación con el futbol tico?
Desde que salí de Alajuelense en diciembre del 2001, he seguido el futbol de Costa Rica a nivel de clubes y las selecciones nacionales. En todos estos años nunca corté el lazo con el futbol de Costa Rica. Siempre hablaba con personas ligadas al futbol tico o conectaba el Internet y miraba los partidos.
¿Ese interés era por cariño o por el deseo de regresar algún día?
Cuando era entrenador de Alajuelense dije que los momentos más felices de mi vida, como persona y profesional, los pasé en Costa Rica y que siempre volvería a este país, porque lo guardaría en el corazón, y ahora estoy cumpliendo mi palabra. Lo dije hace 12 años, ya estuve en Herediano y ahora estoy en Carmelita con una alegría tremenda de estar en un país que me abrió los brazos, que me respetó.
¿Qué recordaba de Carmelita?
Era un equipo siempre complicado, perdí dos veces contra ellos, pero ahora intento con la directiva, con todas las personas que trabajan día a día en este equipo, cambiar un poco la mentalidad, las costumbres antiguas, la organización, porque recuerdo que Carmelita era un equipo simpático, no quiero más eso, vamos a terminar con ese equipo simpático, vamos a dar forma a una Asociación Deportiva Carmelita seria, trabajadora, empeñada en hacer las cosas bien, un equipo que va a competir para ganar.
Llega a una institución muy diferente a Alajuelense o Herediano.
Lo que le digo a todos en Carmelita es que somos pocos pero buenos. Todos tenemos que ser muy buenos, tenemos que tener el mejor presidente, la mejor directiva, el mejor utilero, el mejor gerente, jugadores que amen el futbol y que respeten la historia del club, tener pasión y amor por esta camiseta, y cuando todos sean mejores el entrenador estará bien, no será el mejor pero estará bien parado porque tiene el mejor equipo.
¿Farinha es entonces más que un director técnico en Carmelita?
Firmé como director técnico y preparador físico, 37 años como entrenador me dan gran experiencia, así que, en algunas situaciones, en lo que pueda aportar mi conocimiento lo haré, es mi obligación.
¿Qué rescata de su paso en Alajuelense y Herediano?
En Alajuela gané los torneos de Apertura y Clausura, empecé mi tercer año pero por una decisión personal salí por mi cuenta, en Heredia hice un torneo de Apertura, pero no me dejaron completar mi trabajo; ese año hubiera salido campeón, pero no me dejaron. En esa época tenía que ganar dos torneos para salir campeón, si hubiera sido hoy tendría cuatro títulos en mi currículo. Fueron años de mucha dedicación y profesionalismo, pero es el pasado, no puedo vivir de él, tengo 1.400 fotos de Alajuela y Heredia en mi oficina, las miro y me da nostalgia, pero es pasado, tengo que vivir el presente y ese es Carmelita.