¿Su equipo perdió? Achate esa cara larga. No le bajarán el salario por ese revés futbolístico, como tampoco se lo subirán al compañero de oficina fanfarrón, cuyo equipo logró salir victorioso.
Si su elenco gana, no por ello usted se convertirá en sex symbol . Tampoco si pierde. Empero, ¡ojo!, si sucumbe, hasta le puede llegar a favorecer sentimentalmente... Expongo mi caso. Tengo la sospecha que gané valiosos puntos con mi bella esposa cuando, apenas conociéndonos, le confesé mis colores balompédicos. “Si va con ese equipo, ha de ser fiel”, conjeturo que pensó antes de darme el sí. ¡Y sí! Ya llevamos nueve años de feliz vida matrimonial, pletórica de buen humor y mucho, mucho amor. Aunque sigo sin saber cómo es celebrar un título nacional (mientras Mónica ya festejó ocho desde que nos casamos), no me cambio por nadie. Mi familia es mi copa mundial.
El éxito consiste en ingeniárselas para ser feliz. Yo lo aplico incluso para leer páginas deportivas. Por ejemplo, la semana pasada, atribulado por el escándalo de corrupción que estalló en FIFA, me inyecté fuertes dosis de felicidad ciclística, gracias a Andrey Amador. Antídoto perfecto. Verlo escalar paredes en Italia, codeándose con la aristocracia, de poder a poder y apoderarse del cuarto puesto del Giro, fue pasarle una plancha a mi ceño fruncido. ¡Gracias, Andrey!
Por eso, tampoco me echo a morir por el irregular año de nuestra legión de futbolistas desde Brasil 2014. Por el contrario, procuro disfrutar cada minuto de juego de la máxima figura del fútbol profesional costarricense. La única que desde 2006 se mantiene en el pináculo, peleando títulos locales y continentales, titular perpetua, protagonista, a la que solo le falta la cereza del postre, disputar un mundial mayor, pero que está próxima a ponerle el check a ese, su último pendiente. La BBC de Londres la calificó como “la mayor estrella del fútbol centroamericano de la historia”. Incluidos hombres y mujeres.
Y es cierto. Shirley Cruz no solo ganó tres títulos en Costa Rica, seis en Francia y dos Champions Leagues europeas, sino que fue la bujía del mediocampo tricolor que se clasificó a Canadá 2015 y que, esperamos, rompa pronósticos con sus compañeras a partir del próximo 9 de junio. ¡Vamos, Costa Rica!