Froylán Ledezma Stevens, el jugador cuyo andar por las canchas siempre estuvo rodeado de polémica y exquisito futbol, decidió ayer decirle adiós al futbol.
El Cachorro, como lo apodó el narrador Róger Ajún en los 90, dio un paso al costado precisamente en el día que falleció Mario Chacón, expresidente manudo que en 1999 lo vendió por $5 millones al Ajax de Holanda.
Aunque Ledezma niega que haya relación entre su despedida y el deceso de Chacón, no hay forma de driblar la coincidencia, precisamente al tomar en cuenta que en el Ajax comenzó la inestable carrera de este gran talento.
“He tomado la decisión de no continuar en el futbol, duele, pero primero está mi salud. Lo he pensado bien”, aseguró el delantero.
El retiro de Ledezma, quien jugó para 10 equipos tanto dentro como fuera del país, pone fin a la incertidumbre que se generó desde mayo anterior, cuando el jugador fue intervenido por una hernia discal que le generaba dolor agudo en la pantorrilla izquierda.
“Si fuera por mí me quedo hasta los 40 años. El tema es por salud, no por rendimiento ni otras cosas; creo que la salud es primero antes de cualquier cosa”, manifestó mientras por momentos se le cortaba la voz.
Luego de taparse la cara, tomar aire y volver a encarar el micrófono, Ledezma señaló que pudo haberse quedado un año más, pero que prefiere vivir como una persona normal 30 o 40 años más.
“De momento, quiero tomar vacaciones y después veremos –si continúa ligado al balompié–. De momento no ha pensado nada de eso; el futbol es mi vida, pero también cansa. Hay mucha rutina, no soy una persona de entrar en lo mismo”, señaló con seriedad.
Despedida. Tal y como se acostumbra en estas situaciones, Ledezma tendrá un partido de despedida.
Este se disputará el 19 de setiembre en el Alejandro Morera Soto.
En dicho encuentro estarán amigos del Cachorro, algunos de ellos ya dejaron el futbol.
“La Liga para mí es, fue y será mi equipo...Soy liguista, me duele irme y no lograr un campeonato en el último año que juego, pero siempre voy a estar viniendo”, dijo Ledezma, de 34 años.
Sobrio, como la camisa que vistió, Ledezma acabó ayer un andar que comenzó prometedor, mas nunca pasó de eso: promesa. Colaboró: Francisco Barrantes.