Tanto Herediano como Alajuelense consideran que cerrar portones y elegir a quienes van ante los micrófonos basta para trabajar con tranquilidad y confianza.
De acuerdo con Jafet Soto, entrenador del Herediano, la reducción de los futbolistas que hablan forma parte de un plan.
“Esto lo hemos tratado de controlar principalmente con jugadores de mucha experiencia, hablan los de más experiencia, los elegimos en grupo”, expresó Soto.
Por su parte, Óscar Ramírez comentó que la nueva política es algo común en todos los países.
“Hacer entrenamientos a puerta cerrada pasa en todo el mundo. No hagamos problemas donde no los hay. Herediano también lo está haciendo. Esto no es algo nuevo”, indicó el
Una de las primeras acciones que tomaron florenses y rojinegros es que desde la etapa de semifinales redujeron a dos los futbolistas que se presentan frente a las cámaras.
En el caso de los heredianos, los que rinden declaraciones tienen que manejar un discurso único.
Así lo dejó entrever el estratega florense, quien añadió que lo que se diga debe ser bastante claro.
“Es un discurso único, claro, conciso, sin dudas y creíble”, comentó ayer el entrenador.
Para asegurarse de que no existan fugas de información, los que asisten a las conferencias de prensa son o muy experimentados o muy ecuánimes al responder.
También cuenta el hecho de que algunos puedan “comer más ansias” cuando las preguntas sean incómodas o intrigantes.
En Herediano no se permite que hablen José Luis Cordero o Jorge Barbosa, mas sí lo hacen José Cancela, José Miguel Cubero, Pablo Salazar y Víctor
De acuerdo con Cancela, la determinación es poco usual, pero es algo que le parece acertado.
“Es una decisión de la dirigencia y el cuerpo técnico, ellos son los que deciden quiénes hablan. Sin importar la edad de quien venga acá, el discurso debe ser el mismo: no hemos ganado nada”, indicó.
A diferencia del Rosabal Cordero, adonde existe un sector de espera debajo una gradería y ahí se le permite estar a los medios, el estadio manudo no cuenta con un sitio así, y el club teme una infidencia.