La estabilidad que goza aquí la Selección Mayor, situada en el segundo lugar en lo va de la hexagonal final, contrasta con el derrotero de las representaciones menores, que quedaron fuera de los Mundiales.
La Fedefutbol trabaja en un plan para que sus equipos Sub-20 (juvenil) y Sub-17 (infantil) retornen a corto plazo a los Mundiales.
Antes de dar cualquier paso, el Comité Ejecutivo y la Comisión de Selecciones Nacionales realizan un diagnóstico de las causas que llevaron al fracaso a estos equipos con límites de edad, que no superaron la eliminatoria de la Concacaf.
Adrián Gutiérrez, jerarca de esta Comisión, aceptó que dos motivos de los reveses fueron la falta roce internacional de los jugadores y la ausencia de mayor competencia en el torneo Sub-17 de la Unafut, que estuvo varado cuatro meses.
“No hubo contenido económico en la Federación para darle a las selecciones fogueos internacionales fuera de Costa Rica”, admitió.
“Ni la Sub-17 ni la Sub-20 tuvieron capacidad de reacción, con generaciones que les falta compromiso y temple. No aparecen figuras que quieran echarse al hombro a estos equipos”, añadió Gutiérrez.
El análisis se basó en informes de los técnicos Jafet Soto (Sub-20) y Edson Soto (Sub-17), el supervisor Henry Duarte, el sociólogo Jaime Perozzo, el sicólogo Luis Diego Hernández y el delegado Jorge Flores.
“El diagnóstico del sociólogo y sicólogo lo definen como equipos muy débiles mentalmente, incapaces de responder ante la adversidad en torneos cortos, en disputa de puntos”, resaltó Adrián Gutiérrez.
En esa misma dirección, Víctor Hugo Alfaro, del Comité Ejecutivo, sugirió masificar el deporte, fiscalizar los programas de las Selecciones Regionales y dar mayor seguimiento al futbol de canchas abiertas, para hallar nuevos talentos.
Llamado. Antes de designar al nuevo supervisor de selecciones menores, que se anunció el 9 de abril como una medida correctiva, Adrián Gutiérrez subrayó que se ahondará sobre la crisis con extécnicos y jugadores de procesos menores mundialistas, así como con la prensa que cubre a estos seleccionados.
“La evaluación en las próximas tres semanas con estos grupos busca desmenuzar más los informes, sacar más conclusiones por lo que se fracasó y recibir propuestas hacia dónde deben ir encaminadas las selecciones menores”, explicó.
Allí surgirá el perfil ideal para el supervisor de esas formaciones. “Él será quien tome la decisión de cuáles entrenadores deben quedarse o irse”, expuso Gutiérrez.
Mientras la Sub-17 y la Sub-20 buscan nuevos rumbos, la Fedefutbol no descansa a sus equipos.
La Mayor ganó la Uncaf en casa, avanzó a la Copa de Oro de julio y lucha por el pasaporte a Brasil 2014.
La Mayor femenina está sin técnico, la Sub-17 de mujeres jugará un torneo aquí a un año de recibir el Mundial como local y el futbol playa competirá el próximo mes en Bahamas, por un cupo al Mundial.