Heredia. Mynor Escoe y David Ramírez sacaron adelante a Saprissa en una noche de dificultades ante el colero Belén.
Solo ellos dos, y el dudoso trabajo de Henry Bejarano, fueron capaces de rescatar a un equipo que si bien había dominado el juego parecía condenado al empate en el Rosabal Cordero.
Los morados, que en el papel se medían con un rival accesible, encontraron en los belemitas un puñado de complicaciones, un equipo que se replegó atrás, casado con la apuesta del empate.
Saprissa extrañó en demasía el aporte de sus laterales titulares, especialmente por la izquierda, donde Moisés Hernández dejó claro que no tiene con qué pelear un cupo en la titular.
También extrañó a Diego Estrada, presente en cuerpo pero nunca en espíritu. El creativo volvió a tener una noche discreta, y cuando el 21 no calienta todo el juego morado lo resiente.
Manfred Russell apareció entonces como el relevo más claro para manejar el equipo, y aunque quizás el de anoche fue uno de sus mejores partidos, está claro que no tiene las credenciales para cargar con la batuta morada.
Lluvia de tarjetas. Con un primer tiempo que no dejó mayores cosas qué reportar, al líder solo le quedó el complemento para sacar adelante un juego que no se podía dar el lujo de empatar.
Rónald González lo demostró con el temprano ingreso de Diego Madrigal (46’) y más tarde Mauricio Castillo (58’), pero fue la mano de Bejarano la que terminó por inclinar la balanza.
La expulsión de Moisés Hernández primero y Roberto Rojas después, fueron la antesala de la salida de Kendrick Pinnock, la clave en el derrumbe de la hasta entonces exitosa defensa del cuadro belemita.
Ahí se acabó todo, porque seis minutos más tarde un Mynor Escoe que apenas estiraba las piernas aplicó la lógica y castigó a la visita: 1-0 al minuto 78’.
Con el desahogo del gol al Saprissa por fin le llegó la calma: Escoe se soltó arriba y entre él, Ramírez y Madrigal, le dieron a Belén los peores minutos de un partido que por más de una hora de juego soñaron con empatar.
Ramírez, quien ya había asistido a Escoe en el primero, se encargó de cerrar las cuentas al 93’ con un chispazo de Estrada por derecha, dándole así a la S tres puntos con un marcador que premió al mejor equipo de la cancha pero que no refleja el sufrimiento morado.
Saprissa salió del Rosabal más líder que nunca pero con todo el sudor que el colero les sacó, Belén, de la misma forma, ahora navega en solitario por el sótano.