A pesar de la euforia del triunfo ante el archirrival, los morados sacaron poco provecho de las condiciones que se le dieron en el primer partido de las semifinales.
Por ser local, por jugar la mayor parte de la complementaria con un jugador de más y porque el rival no propuso mucho...
Saprissa debió haber sacado un mayor botín del juego de ida para poder afrontar el juego de vuelta, en Alajuela, con mayor calma.
Los morados tuvieron hasta tres oportunidades para dejar rematada la serie, pero desperdiciaron todas las opciones que tuvieron para aumentar la cuenta.
Particularmente, Diego Estrada tuvo dos claras para abrir el camino de lo que pudo ser goleada.
Ese marcador de 1-0, por valioso que sea para reavivar las ilusiones moradas, solo garantiza anular la ventaja deportiva que Alajuelense traía de antemano.
Un gol en el Morera Soto, caiga como caiga, y los erizos volverían a estar arriba en la serie.
La Liga volverá a casa obligada a buscar el partido y conseguir un triunfo si es que quiere avanzar. Parece una presión fuerte, pero los erizos saben que un solo tanto les da ese preciado boleto para jugar la final del Invierno 2013.
Solo una remontada. El tener que buscar la remontada es un un panorama extraño para esta generación de jugadores manudos.
Con el timonel Óscar Ramírez en el banquillo, Alajuelense solo ha tenido que venir de atrás en una de diez series de ida y vuelta.
En el Invierno 2011 el Herediano ganó, por marcador de 4-2, en la ida. Sin embargo, en el partido de vuelta la Liga goleó, por un contundente 4-0, y consiguió el pase a la final que eventualmente ganó ante el cuadro de San Carlos.
Machillo consiguió el triunfo cinco veces en los partidos de ida. Empató en cuatro ocasiones.
Ramírez siempre ha salido triunfante de una serie a muerte súbita desde que tomó las riendas del Alajuelense, para el Torneo de Invierno 2010.
En cambio, la S ha visto dos veces cómo le remontan el marcador en la vuelta de una semifinal.
A la vez que la ventaja deportiva dejó fuera a Saprissa en dos de las últimas cinco semifinales.
Eso sí, por corta que sea la ventaja, el conjunto tibaseño tiene un horizonte mucho menos nublado que en las semanas previas.
La confianza volvió para la afición saprissista.