Goicoechea. Intenso de principio a fin, con un fútbol agradable en una tarde con aires decembrinos que se terminó calentando al punto que dio paso a pleitos y los fuertes intercambios de palabras por parte de ambos jugadores.
Sobre la alfombra sintética del Colleya Fonseca, la Universidad de Costa Rica y el Cartaginés firmaron un empate 1-1 luchado en todo momento y con un bonito pique deportivo entre los dos.
Lástima los escandalosos pleitos que terminaron restando protagonismo a un bonito juego y un arbitraje que lastimosamente permitió mucho hasta que llegó a manchar lo deportivo.
Y es que universitarios y brumosos no regalaron nada. Lucharon cada balón como si fuera el último, como si el boleto a las semifinales dependiera de ese compromiso.
Tal vez no sea tan extremo, pero el de ayer era un duelo directo de dos clubes que bien podrían verse las caras en la siguiente fase, de ahí la encarnizada disputa.
Fue tan luchado que cuando la UCR se disponía a elevar los brazos en son de victoria, el brumoso Andrés Lezcano lanzó un trallazo para sentenciar la paridad al 90+2’ y así salvar al Cartaginés del tropiezo.
Lezcano a veces se suele esconder entre la maleza de defensores. Algunas veces pasa desapercibido y de vez en cuando se asoma para pivotear algún balón, luego desaparece nuevamente.
Pero sus goles Cartaginés los necesita y así justifica su titularidad.
El ariete ayer salvó la faena y fue la respuesta para un equipo que dominó a placer la segunda mitad, pero que carece de la reacción necesaria para devolver el daño.
Primer golpe. Pero antes había golpeado primero la U, justo en el momento preciso, al final de una primera mitad que pudo ser para cualquiera de los dos cuadros.
Mientras Cartaginés impregnó velocidad, la Universidad le metió ceso al partido y supo llegar con mayor calma.
Al 25’, el brumoso Alejandro Gómez realizó un paradón espectacular a Jonathan Sibaja y evitó el daño a los blanquiazules.
Los académicos adelantaron su fichas y el ímpetu académico chocó con el ansia blanquiazul y de ahí se originó el roce, las faltas que mermaron esa intensa ida y vuelta.
Justo antes de irse al descanso, los brumosos se confiaron en un saque de banda y Sibaja centró un balón perfecto para que Mauricio Montero sellara el 1-0 al 45’.
Los brumosos reaccionaron y lograron meter atrás a la UCR, que apostó por el contragolpe, pero quedaron mermados con la expulsión de Christian Bolaños, en una jugada que dio para la polémica.
Al final Lezcano salvó el honor brumoso que mantiene a ambos equipos a flote en la lucha por la clasificación, guerra que será todavía más intensa que el juego de ayer.