Cartago. En el 2009, Mauricio Wright siguió el camino de muchos exjugadores a nivel mundial y pasó de la cancha al banquillo. Fue con el desaparecido equipo de Brujas FC.
Aquel Wright era más efusivo y vivía con intensidad cada partido, tal vez por tener más fresco el recuerdo de haber estado del otro lado de la línea de juego.
Hoy, casi cinco años después, el técnico del Cartaginés afirma ser más maduro. Asegura que la ecuanimidad en cada una de sus acciones respalda su juicio personal.
Incluso, el domingo, cuando fue expulsado por el árbitro Pedro Navarro el timonel se dirigió a la gradería oeste con calma y desde ahí vivió el primer título brumoso.
“Todavía soy un técnico muy joven y estoy aprendiendo muchas cosas día a día, pero me siento tranquilo y si algo nunca ha cambiado en el fútbol es mi deseo de lograr cosas. Eso es una de mis fortalezas”, afirmó con aplomo Wright.
Y es cierto, pues en cada uno de los equipos en los que ha estado dejó su sello personal: siempre ir al ataque sin importar el marcador.
“Mi idea es la de ir adelante, obviamente con cautela, teniendo un bloque defensivo bien parado y con inteligencia como debe ser”, afirmó el entrenador blanquiazul.
Wright afirma que Brujas le ayudó a manejar grandes grupos, Puntarenas le dio la experiencia de luchar el descenso, en Pérez Zeledón armó un equipo exitoso y el Malacateco de Guatemala le otorgó algo de roce internacional.
Es por eso que ahora con el Cartaginés, se siente contento, pues espera lograr otro excelente papel en el campeonato local.
“Lo que queremos para este lo estamos logrando: tratar de proponer en cada partido y eso lo dije cuando llegué al país”, señaló
Cartaginés y Wright debutarán en el Torneo de Invierno el domingo a la 1:30 p. m. ante Uruguay.