23/3/13. Estadio Eladio Rosabal Cordero. Primer Tiempo Heredia 2- Puntarenas 0. foto: eyleen vargas (Eyleen Vargas D)
Heredia. Herediano se aprovechó todo lo que pudo de un Puntarenas, que si bien es un equipo luchador, su incómoda realidad le nubla cualquier opción de ser el competidor de otras épocas.
El duelo de ayer fue uno entre un equipo motivado y con posibilidades, ante otro deprimido y aferrado a solo una esperanza.
El marcador de 4-1 a favor del conjunto florense se apegó con perfección a ese panorama.
Sin embargo, aunque desde antes del duelo se podía prever un desenlace similar, todo los partidos deben jugarse; deben planearse; deben de tener su dosis de creatividad y sorpresa.
El técnico del Team lo entendió y por eso buscó algo distinto alineando en el mediocampo a tres jugadores pequeños, pero de buen pie. Algo parecido a lo que hace un famoso equipo de mucho renombre a nivel mundial.
Guardando las distancias, a Herediano le sirvió la apuesta, porque escondió la pelota, puso a correr al rival y por ratos, su idea de futbol se vió muy estética.
José Sánchez, Yosimar Arias e Ismael Gómez fueron mucha técnica junta, para una defensa porteña que, si bien tiene experiencia, comete muchos errores. Se vio en los dos goles florenses.
En el primero, Gómez rompió solo por el centro. Superó líneas con un quiebre de cintura.La única forma de pararlo fue con falta.
El tiro libre de Yosimar Arias terminó en el puro ángulo (20’)
En el segundo, el desequilibrio fue de José Sánchez, solamente que por un costado. De nuevo el freno invocó el pito del árbitro.
El tiro libre de Ismael Gómez ubicó a José Garro en el área, quien desvió hasta el fondo (23’).
Así, en tres minutos el Team dejó encaminado su partido y su ascenso hasta la zona de clasificación a la ronda de semifinales.
Confusión. Los dos dardos confundieron más al Puerto, que ya bien se explicó, del remolino que cada vez lo arrastra más al fondo.
Con el daño hecho, Marvin Solano, abusando de la ambición, empezó a mandar a todos los delanteros que tenía en el banquillo. Como que quería lavar la dura derrota ante Saprissa del miércoles.
Pero andaba con suerte y la expulsión del porteño Bryan Sánchez le terminó de arreglar los planes.
Los heredianos no quisieron dejar pasar la oportunidad y se fueron con todo, en otro aluvión de ataque, del cual sacarían dos anotaciones más para la cuenta.
Jorge Barbosa sacudió la red con remate de media distancia (69’) y Arias redondeó su partido aprovechando un rebote (79’). Por supuesto que todo estaba liquidado.
No obstante, como ya también se mencionó, en Puntarenas tal vez hoy no haya mucho futbol, pero sí hay sangre y orgullo,
Roberto Segura le bajó el peso a la pizarra (80’), para el 4-1 final.
Victoria, alegría e ilusión para un lado; derrota, tristeza y desconsuelo para el otro.