Heredia. En solo diez minutos, Herediano acabó de exhibir el secreto a voces de que la defensa morada es el talón de Aquiles del Saprissa.
En ese corto lapso, los atacantes florenses victimizaron a la extraña línea de tres de la visita para borrar la sonrisa provocada por el gol del delantero David Ramírez, y llevar al Monstruo a la tristeza de una tempranera derrota, 3–1 para el 21’ y de 3–2 al final del encuentro.
A los tres tantos de anoche se suman a los cuatro que le hizo Belén, el domingo trasanterior, para completar una aciaga semana saprissista, con siete goles encajados por la defensa morada en el estadio Eladio Rosabal Cordero.
Sin cimientos. Así revivieron los fantasmas y las dudas en la retaguardia y la portería del Saprissa.
Lo muestra la inconsistencia en las alineaciones. De David Guzmán para atrás solo se sabe que siempre jugarán Adolfo Machado y Heiner Mora, mas se desconoce en qué posición o con cuál sistema lo harán.
La improvisación de Daniel Colindres como lateral, para que fallara en dos de los goles de anoche es muestra del segundo peor problema que tiene Jeaustin Campos para cimentar la titular: después de Mora no hay otro carrilero.
Rafael Morales a cada juego pierde confianza; Michael Barquero ya no recuerda lo que es estar, al menos, en banca, y Jordan Smith aún vive en el tiempo futuro de la eterna promesa. El principal problema, desde hace mucho en Tibás, es que algún arquero se consolide.
Eso explica porque la mejor ofensiva del torneo no acaricia la cima ni cuando la Liga no gana.