Complementar la profesión del fútbol con una carrera universitaria ahora es mucho más común que antes. No deja de ser difícil, pero sí es más normal.
Un censo de La Nación reveló que 144 de los 355 nombres que vieron minutos en la temporada 2012-2013 de la Primera División ya sacaron o están en proceso de obtener un título universitario.
Dichos números corresponden al 41% de la muestra.
En el país no existen datos previos sobre el tema; no obstante, exjugadores como Evaristo Coronado, Ricardo Chacón y César Hines, todos profesionales, expresaron que en sus épocas la estadística jamás era tan alta.
Asimismo, varios de los futbolistas actuales señalaron que efectivamente dentro de sus camerinos el tema es cada vez más mencionado, pues existe una mayor preocupación por asegurarse un buen futuro después de colgar los tacos y guardar la pelota.
“Sí existe más conciencia en el gremio de que la carrera del futbolista es corta. No es sencillo estudiar y jugar, pero hay que saber que cada año que pasa uno está más cerca del retiro. Hay que tener un respaldo”, manifestó el volante de Herediano Esteban Ramírez, quien está a punto de culminar arquitectura.
“Estar tan cerca me da una enorme satisfacción porque todos los sacrificios habrán valido la pena, pero también me dará una gran calma. Primero porque en los años que me queden jugando puedo enfocarme más en el fútbol y segundo porque después ya tengo algo asegurado”, añadió.
También opinó sobre el tema el capitán brumoso, José Villalobos, quien es ingeniero industrial.
“Sin una carrera no puede haber total tranquilidad. Si uno se lesiona o algo sale mal hay que empezar a pulsearla quién sabe adonde. Yo sé que tampoco me garantiza nada porque la competencia laboral es dura, igual que en el fútbol, pero a uno se le abren puertas”, adujo.
“Tener mi carrera me permite disfrutar de mis últimos años, meses o días en el fútbol, pues no tengo que estar corriendo porque no tengo otra cosa que hacer. El ámbito académico es igual que el deportivo, el que no se esfuerza, no triunfa”, apuntó el zaguero santista Randall Porras, quien es abogado.
Consejeros. Por otro lado, los tres consideran que su bagaje en las aulas los obliga a motivar a los jóvenes a que no desistan de estudiar.
“Cuando ascienden a algún joven, tal y como lo hice con Mauricio (Núñez) y Elías (Aguilar), me les acerco y les pregunto que qué están haciendo, que si están estudiando”, apuntó Ramírez.
“Les digo que este es el momento para hacerlo, ya sea terminar la secundaria o meterse a la universidad, porque después es más complicado retomarlo”, agregó.
“Yo normalmente les comento a los carajillos del equipo: ‘Vean, yo sudé ocho años en la universidad, pero tengo mi título. Y ahora estoy con la licenciatura’. El fútbol no puede ser una excusa para por lo menos no llevar un par de cursos por cuatrimestre'”, dijo Villalobos.