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El portero Néstor Mena celebra el título del Clausura. Él fue fundamental en la final al detener un penal en la ida y salvar la valla en la vuelta. | A. OTAROLA (Alexander Otarola Rojas)
Lo demuestra la vida una y otra vez, sin importar el deporte que sea: la inspiración muchas veces cuenta más que la calidad y un equipo encendido casi siempre es uno invencible.
Es por eso que en materia de ascensos a Primera División el equipo que gana el Torneo de Clausura es el favorito en la gran final.
Buen augurio para el As Puma, que el sábado le ganó la final del Clausura a la UCR.
Ahora ambos se medirán en una nueva serie, ahora con el ascenso a la Primera División en juego.
Desde 1987 se juegan finales para definir al campeón de la Segunda División, pero es desde la campaña 2003-2004 que la final enfrenta al campeón del Apertura con el campeón del Clausura.
En este tiempo ningún equipo ha ascendido sin pasar primero por el escrutinio de una gran final.
Así, la UCR hubiera sido el primer equipo en conseguir subir con boleto directo.
En las nueve finales de este formato siete veces ganó el campeón del Clausura, por solo dos ocasiones el campeón del Apertura.
El motivo es obvio: el que gana la segunda parte de la campaña viene inspirado, se cree invencible y termina como tal. El campeón del Apertura no viene tan motivado pues su gloria fue del año pasado.
Los únicos equipos que ganaron el Apertura y después prevalecieron en una gran final fueron Santos, en el 2009, y justamente la UCR, en el 2007 cuando ascendió a la máxima categoría por última vez.
U en crisis. Con tres derrotas al filo, la UCR cayó en crisis en el peor momento del torneo de Segunda, cuando se define el ascenso.
Hace tres semanas, cuando la U derrotó en el Morera Soto a Alajuela Junior y tras haberle marcado ocho goles en dos partidos al Municipal Liberia, parecía indetenible el regreso celeste a la Primera.
Sin embargo, tres partidos después los académicos no marcan un solo gol y con tres derrotas consecutivas: por la mínima ante Alajuela Junior y en los dos partidos de la final del Clausura.
Esta situación hizo que la Universidad perdiera el medio boleto a la Primera que tenía ganado tras coronarse en el Apertura.
Antes de este triste bache, los celestes solo habían perdido tres partidos en el torneo, todos en fila durante el mes de febrero: precisamente ante As Puma, Saprissa de Corazón y Osa.
