José Aguilar es uno más en el camerino de Alajuelense y presiente que la Liga ganará en la casa del Deportivo Saprissa.
Cuando llega al estadio, Patrick Pemberton se alegra, al igual que Cristopher Meneses, Johnny Acosta, Pablo Gabas y Kenner Gutiérrez, entre otros.
De ellos, ninguno lo llama por su nombre; todos atinan a decirle el Capi, o el Capi de Dios; un sobrenombre que se da porque cuando José se proyectaba como un talento con gran futuro futbolístico, era el capitán del equipo Viba, de Víctor Badilla.
El 11 de abril de 2010, Aguilar quería acabar con la racha negativa de su club, se propuso hacer un gol y lo consiguió.
“Después del partido me sentía más cansado de lo normal, sentía un cosquilleo en la nalga, me puse un ungüento, me asusté. Después de una hora y media mis papás fueron a donde el entrenador. Me dieron la mano para levantarme y caí de panza porque no sentía las piernas”, relató Aguilar.
Horas después, a su mamá le dijeron que al igual que se le estaban paralizando las piernas, iba a ocurrir con su pecho, y estuvo a punto de ahogarse.
El Capi está en silla de ruedas, producto de una mielitis transversa, que es una inflamación en la médula espinal causada por un virus; pero él le agradece al equipo de sus amores por ser una inspiración para salir adelante.
“Cuando estaba haciendo terapia, me arrastraba pensando como si estuviera trotando en la Liga. Me imaginaba que entrenaba con ellos, pero mi realidad es que mis piernas son peso muerto”, manifestó Aguilar.
Recuerda que cuando Carlos Clark llegó con Cristopher Meneses a su casa, sintió una alegría inmensa; luego comenzó a ir a las prácticas y surgió una amistad fuerte con todos los jugadores.
“El Capi es una gran persona, es un gran hermano, un gran amigo, te alienta y te motiva, es una persona ejemplar y es bonito escuchar los mensajes tan positivos que nos da”, dijo el arquero Patrick Pemberton.
A sus 21 años, Aguilar se emociona cuando su equipo anota.
“Me siento como si fuera yo el que hace el gol y celebro alzando las manos como loco. Nunca jugué en el Morera, eso me duele, pero sí le hice tres goles al Saprissa, y eso me sabe muy rico”.