Los goles del novato Henry Copper hacen sonar los tambores de la Tromba del Caribe.
El delantero, de apenas 22 años, acumula siete goles en este campeonato y se presenta como un jugador que domina el juego aéreo, tiene buen toque del balón y define bien de media distancia.
Además, sus conquistas llegaron en los momentos apremiantes para su equipo, pues sentenciaron a Saprissa y Alajuelense en sus respectivas visitas al estadio Juan Gobán, en Limón.
“Hay que tomarse las cosas con calma para no perder el norte, espero seguir con esta racha goleadora para ayudarle al grupo”, destacó cautelosamente Cooper.
El ariete empezó a jugar desde los 12 años, en Caribeños F. C., un equipo de las ligas menores de la asociación limonense.
Luis Fernando Fallas, el entrenador de Limón, no se sorprende del buen momento del delantero, desde la primera vez que lo vio supo que está destinado a hacer grandes cosas.
“La primera vez que puse mis ojos sobre Cooper fue en una cancha en Filadelfía de Limón, el pasto estaba muy alto y él (Cooper) tenía un sobrepeso abismal; sin embargo, un movimiento acompañado de un toque de balón me convencieron para subirlo al primer equipo”, destacó el director técnico de los limonenses.
Fallas comenta que Cooper tuvo muchos problemas en sus inicios, pues tenía unos kilos de sobra y llegaba tarde a los entrenamientos.
Tras largas sesiones de entrenamiento Cooper se acondicionó para jugar en Primera División.
“Tuve que tomar cartas en el asunto, no me podía dar el lujo de perder a un jugador con estas facultades”, destacó Falla el pasado jueves.