Empieza un nuevo año futbolero para Saprissa, ¿cómo andan las expectativas?
Como siempre son muy altas porque estamos conscientes de lo que representa Saprissa. En los dos últimos años no hemos estado a la altura de lo que es Saprissa. Es cierto que el pasado no lo podemos cambiar, pero sí lo podemos hacer con el futuro.
Hay “escoba nueva” en el Saprissa, ¿cómo se siente?
A mí en lo particular me gusta mucha la filosofía de Daniel (Casas) y la del preparador físico (José María) Fagundez. Son muy directos, blanco o negro, y desde el primer día pusieron las cosas en claro y creo que el grupo lo recibió bastante bien. Ahora, Saprissa tiene que hacer un buen torneo para disputar la final, porque ya no valen las excusas.
Usted es ahora uno de los líderes por trayectoria, edad y saprissismo. ¿Cómo lleva esa carga?
Todo son roles. Yo estuve con (Víctor) Cordero, (Eric) Lonis y (Wálter) Centeno. Si me toca a mí, me gustaría ser como fueron Cordero, (José Francisco) Porras, Jervis (Drummond), quienes siempre pusieron al grupo por delante; pero yo pienso que Saprissa es grande por su historia. Nosotros somos momentáneos y vendrán otros. Quiero llevar a Saprissa al lugar que Saprissa se merece.
Lo que el saprissismo espera es que Saprissa sea campeón.
Yo estoy muy claro: la afición está brava con nosotros y de eso hay que estar conscientes. Nosotros estamos conscientes de que este año tiene que ser: ya no más excusas de que hay grupo joven... no, no, no. Pongo el caso de Joel (Campbell), que es una realidad. Yeltsin (Tejeda) es una realidad. En el futbol hay buenos y malos. El cambio generacional se dio; lo que la gente pidió. Ahora tenemos que corresponderle a Saprissa. Daniel (Casas) tiene muy clara su idea.
En ocasiones, no pocas, sus declaraciones, se parecen a una charla técnica, lo que da pie a pensar de que usted será una voz de mando dentro de la cancha, como un auxiliar del técnico dentro de la cancha...
Bueno, yo me visualizo. Ya he hecho cursos. Yo hice en Europa cursos de entrenador y ya tomé el de la Federación. Estos son cosas que dan los años. Como le digo, yo lo tengo muy claro: Saprissa es como estar en la Selección porque siempre se tiene que jugar bien y cuando no lo hace, hay que aceptar las críticas y esperar el otro partido. Así se lo he hecho ver a los jóvenes. El buen jugador no solo juega bien un domingo. Ya no hay excusas porque la gente ya ni nos cree”.