El clásico medirá el desequilibrio y la picardía de Deyver Vega en el último cuarto de cancha, contra la capacidad de Rónald Matarrita para la creación de juego en la mitad del campo.
Son dos volantes zurdos con estilos distintos, pero muy valiosos en el engranaje ofensivo de los técnicos Jeaustin Campos y Óscar Ramírez.
La producción del futbolista morado en esta campaña refleja su insistencia en rematar cerca del área contraria.
Vega suma 13 disparos en el torneo: siete directos, seis desviados y un solo gol en siete cotejos como titular.
Aunque le falta eficacia frente al arco, generó la mayoría de ocasiones de peligro de los morados por la izquierda.
Además, en clásicos la producción de Deyver suele aumentar notablemente: el futbolista suma tres goles en 10 duelos ante su archirrival.
El último lo anotó el pasado 8 de diciembre en las semifinales del torneo de Invierno 2014.
“A este juego se llega con una mentalidad diferente. La semana es distinta”, aseguró Vega.
Su talón de Aquiles es la falta de constancia.
“Marca mucha diferencia en el uno contra uno, pero debe ser más consistente, no cambiar tanto de un juego a otro”, explicó el técnico Johnny Chaves.
Mientras, Matarrita tiene menos habilidad que Vega en el uno contra uno, pero es más constante en la elaboración de fútbol en la mitad del campo.
El futbolista se ganó la titularidad en este certamen y suma ocho partidos en el once inicial.
El volante manudo tiene un gol, una asistencia y ha rematado 10 veces en este torneo.
Este podría ser el cuarto clásico de Matarrita, quien tiene el mérito de haber mandado al banquillo a Álvaro Sánchez.
“Está jugando bien y ha generado mucha competencia en el grupo”, reconoció Sánchez.
El volante sufrió un golpe el pasado sábado, pero Machillo le dará descanso hoy ante Limón para que esté preparado para el juego ante Saprissa.
“Rónald es un jugador de más creación y menos desequilibrio”, añadió Chaves.