El atacante morado David Ramírez aseguró que no pudo disputar el juego ante el W Connection de Trinidad y Tobago, por la Liga de Campeones de la Concacaf, debido a que sufrió una fuerte migraña.
Aunque su ausencia fue duramente criticada por el exportero Erick Lonis y un sector de la afición, el artillero afirma que hizo todo lo posible por estar en el campo, sin embargo, la molestia era insoportable.
“Fue un acto de lealtad con el grupo de compañeros porque realmente no podía jugar. Tenía una migraña bastante fuerte. Yo intenté, me cambié en el camerino, pero la verdad no me sentía bien”, indicó Ramírez.
El delantero confesó que ha tenido que luchar con este mal en varias oportunidades, aunque nunca había sentido tanto dolor previo a un cotejo.
El saprissista se toma los señalamientos con calma, dice que ha crecido en compromiso y también emocionalmente, pero reconoce que aún le cobran los errores que cometió cuando daba sus primeros pasos en el fútbol.
“Sé que me equivoqué en Limón el año pasado (realizó un gesto provocativo hacia la afición), pero he cambiado mucho, le aseguro que yo soy pro equipo siempre”, agregó Ramírez.
Según el timonel de la Preolímpica, Luis Fallas, el delantero asumió un rol de liderazgo importante dentro de la Selección, a las puertas de disputar la eliminatoria que inicia este viernes al enfrentar a México (9:30 p. m.).
Ramírez confiesa que esta es una oportunidad valiosa para aportarle al grupo y alcanzar la clasificación a los Juegos de Río de Janeiro del próximo año.
Dice que en la Sub-23 hay muchas ganas de avanzar y conseguir el objetivo.
“Sé que puedo aportar tanto fuera como dentro del campo; trato de aportar mi experiencia en la Selección, así también lo hace John Jairo Ruiz”, dijo Ramírez.