Liberia. David Guzmán regresó con gol en el empate de Saprissa en Liberia, luego de purgar un partido por la expulsión que tuvo en el último clásico.
El volante del conjunto tibaseño insiste en que no es un jugador malintencionado. En cambio cree que los árbitros son más rigurosos en las jugadas en las que él es protagonista.
“No quiero cometer un error al propio. En ocasiones tengo que cortar jugadas, pero no es porque yo deseo golpear a un rival o porque quiero lastimarlo. Esas dos acciones (en el clásico) fueron faltas normales”, explicó el volante de contención.
Y agregó: “Me toca mentalizarme que los árbitros no me están perdonando nada”.
Eso sí, pese a eso, el mediocampista dice que no se cuidará en exceso porque sabe cuál es el verdadero rol que debe cumplir con el campeón nacional.
“Voy a disputar al máximo cualquier acción, sé que hay que tener un poco de cautela en algunas oportunidades, pero si viene una jugada que deba cortar, lo voy a hacer”, acotó.
El futbolista celebró su tanto de ayer con todo, pues significó un desahogo por la semana convulsa que tuvo ante las críticas de la afición, molesta por la cartulina roja frente a la Liga.
“Quería demostrar aquí en Liberia y deseaba hacer las cosas bien. Gracias a Dios se me dio la oportunidad de anotar, aunque fallé un par de acciones”, concluyó Guzmán.