En el pasado Invierno se aburrió de calentar el banquillo y menos de seis meses después es un incuestionable de Guimaraes. Luis Diego Cordero celebra, por fin, la titularidad en el Saprissa .
El volante es uno de esos pocos casos que han logrado salir del ático en el conjunto morado, un profundo baúl que torneo a torneo busca nuevas víctimas.
El Invierno le dejó a Cordero apenas 31 minutos de juego, luego de ahí la cuota de confianza muchas veces no le alcanzó ni para formar parte de la suplencia.
Pero con el Verano llegaron los minutos y el 33 de los morados se ha ganado a pulso el campo.
“Me siento muy contento, feliz y agradecido con Dios, porque esto es algo que siempre soñé.
“Yo siempre hablaba con los compañeros que lo que me hubiera gustado era que me dieran varios partidos como titular para yo medirme, para decir sí puedo. Lo más que tuve con el mexicano (Juan Manuel Álvarez) y con Roy Myers fueron dos partidos, después volvía alguien de la Selección o algo pasaba”, recordó el mediocampista.
Su gol ante Puntarenas le alcanzó para meterse en el once de Guimaraes y olvidarse de la suplencia.
“Ocupaba esos partidos para demostrar que podía estar aquí, al final me dieron esa oportunidad que tanto esperaba. El torneo anterior casi ni jugué, fueron seis meses muy duros y a uno le pasan muchas cosas por la cabeza”, dijo Cordero, quien días atrás reconoció que en algún momento le pasó por la cabeza la idea de dejar el club.
Lucha. Ahora en el congelador morado quedan otros nombres que también luchan por salir del banquillo, o al menos ingresar en él.
César Elizondo, Allan Alemán, Fernando Paniagua, Maykol Ortiz y hasta el propio David Guzmán son algunos de los que buscan un hueco para sobresalir.
Otros también han encontrado entre sanciones y lesiones, el suyo, como Alexánder Robinson.
“El futbol da muchas vueltas, el torneo pasado ellos tuvieron más participación y ahora soy yo, pero ellos saben que el futbol es de momentos y que da revanchas, solo hay que estar listo para cuando lleguen”, finalizó Cordero.