Guápiles, Pococí. Con un futbol de toque, velocidad por las bandas y potencia en su parte ofensiva, Alajuelense alivió el mal paso que dio a mitad de semana ante Pérez Zeledón, regaló su mejor cara y arrolló sin piedad 4-1 al Santos de Guápiles en su cancha.
Pareciera que el cuadro manudo tiene dos caras en este Verano 2013; una es de un futbol intenso, enriquecido de llegadas y contundente, como la que mostró en el clásico ante el Saprissa y anoche ante los guapileños en el Ebal Rodríguez.
La otra es de ideas opacas y juego trabado como ante Carmelita y Pérez Zeledón.
Al Santos lo acompañó la mala suerte y ayer tuvo que enfrentar a la mejor versión rojinegra de Keosseian y sufrió bastante.
Si al buen momento erizo se le une el mal desempeño santista, el resultado es devastador para los locales, en un torneo en el que han tenido poco protagonismo.
Necesidad. En la semana algunos jugadores acusaron cansancio; pero ayer en el bochorno guapileño, la Liga desde el primer minuto salió disparado como una locomotora.
Urgidos por limpiarse las críticas de mitad de semana, Alajuelense vio en la necesidad de puntuar, su principal gasolina para ir al frente y buscar el arco rival.
La delicadeza del toque de Álvaro Sánchez fue el mejor socio para la potencia de Jerry Palacios, dupla ofensiva que desnudó a la defensa del Santos de Guápiles, que simplemente no pudo ponerles freno.
El hondureño partió como el principal referente en ofensiva, mientras que el pequeño Sánchez -el mejor manudo de ayer- trabajó entre las sombras del gigantón delantero y aprovechó los espacios para liquidar el juego.
Al 21', Sánchez sirvió a Palacios, que giró y sin dejar caer la pelota, sacó un potente remate fuera del área para mandar el primer dardo al fondo del meta Víctor Bolívar.
El favor se lo devolvió el hondureño al final de la primera parte, pues tras sacar un remate repelido por Bolívar, Sánchez aprovechó para lograr el segundo tanto.
Lo de Bolívar fue determinante, pues salvó de un marcador de escándalo a su equipo; no obstante, una falta de entendimiento con Eduardo Tourbone al 64' le regaló el tercer tanto manudo otra vez a Álvaro Sánchez.
El tercer tanto sentenció el partido y fue muestra de la superioridad manuda, pues para esas alturas del partido, Santos dominaba el cotejo en su afán de descontar y meterse de lleno en el partido.
El resto de la historia fue la sentencia de Cristhoper Meneses al 77' y un penal con mucha duda, que se convirtió en el descuento para el Santos, solo para maquillar las cuentas, pues la diferencia en la cancha fue más que amplia.
Juego fácil para la Alajuelense, que urgido de mejora, mostró su mejor nivel en un momento clave, ante un rival que no interpuso muchas complicaciones, pese a estar en casa. En Guápiles, anoche la Liga tomó aire y por esta semana, logró aliviar su mal rato.