La Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) desea que la Comisión de Arbitraje esté integrada solamente por exréferis nacionales, pero asumir esa responsabilidad no parece ser una prioridad para algunos.
La elección viene tras la renuncia de la anterior comisión, comandada por Daniel Vargas, quien fue sumamente criticado por los constantes errores de los silbateros en el actual Torneo de Invierno.
La Nación consultó a seis exárbitros para saber si estarían dispuestos a formar parte de la Comisión. De ellos, solo uno dio un sí contundente. El resto aseguró que no o que necesitarían varios cambios para tener otra decisión.
Se trata de Berny Ulloa, Ramón Luis Méndez, Rodrigo Badilla, Greivin Porras, Rónald Cedeño y Ricardo Cerdas.
Ellos podrían ser parte de los nombres que baraje el Comité Ejecutivo de la Fedefútbol, aunque su presidente, Rodolfo Villalobos, prefirió no revelar los posibles candidatos. Será hasta el miércoles que se seleccione a los nuevos miembros.
Las razones de los exréferis para no asumir ese cargo son diversas. Algunos aducen falta de tiempo, no estar dispuestos a laborar sin un salario y desacuerdo por la forma en que se trabaja en la misma Federación.
"No tengo ningún interés. Todo ahí está muy enredado, en el seno del arbitraje... está muy mal. Además, no trabajaría de gratis, mi conocimiento tiene que ser pagado", aseveró de forma tajante Berny Ulloa, aunque reconoció que con un nuevo Comité Ejecutivo de la Fedefútbol podría estar dispuesto.
La falta de pago también es uno de los motivos por los que Rónald Cedeño se negaría a la opción de conformar la Comisión de Arbitraje.
"Primero, de gratis no voy a ir a trabajar; cuando se me pague por lo que sé, con mucho gusto. Segundo, a mí me gusta escoger a la gente con la que voy a trabajar, no que me la impongan", explicó Cedeño.
Ricardo Cerdas declinó en dar una respuesta y aportó dos razones que tendría que analizar para saber si aceptaría o no; sin embargo, por ahora no parece que esas condiciones se den. Al igual que Cedeño, le gustaría conformar su equipo de trabajo y, además, hacer una limpieza en la estructura del arbitraje.
"Necesitaría saber cuáles serían los otros miembros para formar la Comisión y tendrían que aceptar una reestructuración interna de personas que uno siente que cumplieron su tiempo útil en la comisión técnica y a nivel administrativo", comentó.
Ramón Luis Méndez asegura que días atrás le hicieron un ofrecimiento para llegar a la silla de la Comisión, pero sus actuales funciones como analista arbitral se lo impiden.
"Decliné porque soy un crítico fuerte de la comisión anterior y se podría ver que estaba deseando que los quitaran para llegar yo. Mientras esté en esto, no voy aceptar, no me parece ético", aseguró.
Para Greivin Porras, sus labores diarias no le permitirían tener tiempo suficiente para meterse de lleno en una responsabilidad de este tipo.
"Me sería imposible, porque por razones de mi trabajo tengo que estar saliendo del país y no tengo tiempo".
Entre ellos destaca la única respuesta afirmativa y sin dudas para estar dentro de la Comisión de Arbitraje. Rodrigo Badilla siente que puede aportar.
"Creo que los exárbitros sí podemos cooperar, eso sí, si estamos dirigidos igualmente por un exárbitro, porque siento que se necesita un hombre que ha estado en el terreno de juego y que ha vivido experiencias, que conozca y tenga mano dura", aseveró.
La mayoría concuerda en que la única solución no está en nombrar una nueva Comisión de Arbitraje. Todos tienen diferentes puntos de vista sobre lo que debe modificarse en el referato nacional, pero concuerdan en que los cambios deben hacerse desde la comisión técnica, la formación y capacitación.
"Hay que limpiar la comisión técnica, el arbitraje está partido en tres, hay tres grupos, uno en el que está Jeffery Solís y Leonel Leal, otro comandado por Efraín Rodríguez y otro de Patricia Miranda, y estos dos últimos son miembros de la Comisión y entre ellos hay problemas", comentó Ulloa, quien insistió que desde esa esfera empiezan las dificultades por las que pasa el arbitraje.
Ulloa agregó que, desde su perspectiva, el presidente de la Fedefútbol, Rodolfo Villalobos, también es parte del problema.
"Él ha dejado crecer cierta situación anormal del arbitraje. Ojalá que el que llegue pueda arreglar eso".
Para Rónald Cedeño, el problema también viene desde arriba y las malas elecciones de presidentes en la Comisión.
"Desde 2013 a la fecha el arbitraje ha dado tumbos y ya vieron que se estaban ahogando. Todos los años vemos árbitros que cometen tantos horrores y no hay forma de que nadie los corrija".
La preparación de los árbitros es otro punto a tomar en consideración, según explicó Ramón Luis Méndez.
"Se necesita que la gente que va a dar una capacitación esté preparada, que tenga bagaje en el arbitraje, con autoridad para capacitar a los árbitros", opinó.
Ricardo Cerdas va más allá, propone un sistema de evaluación del desempeño arbitral, para ir registrando el progreso de forma individual y de esa forma determinar responsabilidades y aspectos a mejorar.
"Hay que definir objetivos; identificar las conductas y el rendimiento esperado; dar seguimiento para evaluar el desempeño; y dar reconomientos, si se les pone a trabajar duro también tiene que haber premios y hacerlos públicos", analizó.
Greivin Porras cree que también hay que trabajar con los árbitros de forma psicológica, haciéndoles ver sus capacidades.
"Hay que llevar tranquilidad al arbitraje, que se autocritiquen para solventar las deficiencias. Necesitan estar guiados por un líder que tenga crebilidad, con experiencia y hable con propiedad para transmitirles autoridad y que todos actúen de forma similar".
Pero tal parece que el secreto está en la combinación, porque para Rodrigo Badilla la mano dura es fundamental, como en los "viejos tiempos", asegura.
"Ahorita el árbitro está tranquilo, hace una mala labor y el otro domingo va de cuarto árbitro o pita un partido. Debe sentir que hay mano dura".