En este Campeonato de Verano 2013, San Carlos , Cartaginés , Carmelita y Puntarenas F. C. libran una lucha particular: escaparse del abismo que los arrojaría a la Segunda División.
Para la segunda fecha, los cuatro involucrados tendrán la oportunidad de seguir en esa carrera contra el tiempo.
El turno de esta noche es para Cartaginés y San Carlos, que jugarán ante Pérez Zeledón (de visita) y Santos (en casa).
Mañana, en el Morera Soto, chocarán entre sí carmelos y porteños en un típico juego de seis puntos.
La jornada dos se jugará “a poquitos” por los permisos otorgados a la Liga, Saprissa y Herediano. Todos los juegos serán a las 8 p. m.
Manudos y morados tienen libre debido a que tenían juegos ante el Atlético Nacional de Medellín, los cuales se cancelaron el lunes.
A los heredianos se les dispensó debido a la cantidad de jugadores que están con la Selección.
Lucha. San Carlos está en la cola de la fila con 23 puntos; Cartaginés tiene 24; Carmelita y Puntarenas, 25.
Con semejante estrechez de clasificación, es obvio que un descuido se puede pagar caro a la hora de las cuentas finales.
El domingo, por ejemplo, los carmelos pifiaron.
De los cuatro inquilinos de los bajos fondos, únicamente el equipo de la barriada alajuelense falló en su afán de abonarle puntos a su respectiva causa, al caer ante Uruguay de Coronado en la fecha de apertura de este Verano.
Como resultado, el cuadro de Orlando de León fue “cazado” por los chuchequeros y quedó a un tiro de piedra de los otros rezagados.
San Carlos recibió un “balón de oxígeno” con su tremendo triunfo ante el Saprissa, en plena Cueva del Monstruo.
Por la carambola de resultados, una victoria de ese calibre no le permitió salir de la última casilla, pero sí le debe servir para cargar baterías desde el mero principio.
Recibe esta noche a Santos, que derrotó a Herediano y se vio en buena forma en el arranque.
Los brumosos, ante Limón, dejaron de hacer el papelón, quebraron los 12 juegos sin ganar y parece que este Verano no será uno de descontento para la Vieja Metrópoli. Habrá que ver para creer.