Belén. La fe es lo último que se pierde y en Belén tienen ese dicho metido entre ceja y ceja: ellos quieren figurar en el Torneo de Invierno a pesar de que muchos los consideran candidato para descender.
A pocos días de que arranque el campeonato nacional, los belemitas se ciñen en lucir entre las primeras posiciones del torneo venidero y no hacerle caso a los pronósticos que los acercan al sótano.
Hay una lista de aspectos que podrían afectar a un equipo como este y que sería bueno desmenuzar antes del puntapié inicial.
Belén cerró el verano pasado entre dudas que caían como aguacero y que inundaron la barca belemita hasta dejarla cerca de hundirse al descenso de la segunda.
Los dirigidos por Vinicio Alvarado, finalizaron el certamen pasado en la penúltima posición, superaron solo a Limón y San Carlos, equipo descendido, les respiró de cerca bastante tiempo.
Para esto la dirigencia tiene una explicación y argumentan que su equipo sufrió tanto en el cierre del certamen, por la salida de varios jugadores a mitad de temporada.
El rompecabezas con el que contaba Alvarado el torneo anterior tuvo la significante perdida de 12 piezas para esta edición, por lo que no es de asustarse al ver a un equipo tan nuevo para esta vez.
Hay un aspecto con el que cuenta esta nueva planilla y es que ahora es mucho más joven que la de hace seis meses atrás, por lo que puede ser un arma de doble filo: o ganan en dinámica y ambición, o pierden en inexperiencia.
Este factor no desvela a nadie en las filas rojiblancas ya que consideran que a pesar de que sus pupilos son cortos en edad, tienen un recorrido, tanto en primera, como en selecciones menores, como para no responder como deben.
A esta circunstancia hay que sumarle que en Belén escasean los jugadores de renombre, así como su banquillo, que se ve muy poco nutrido para posibles variantes.
Un factor que ayuda mucho a los equipos es la localía, pero en este caso también queda en duda ya que los belemitas se acostumbran a jugar casi todos los partidos de visita por la poca cantidad de afición que no les respalda.
Su estadio, el Polideportivo de la localidad, es una cancha complicada por sus dimensiones, pero la realidad es que es un reducto que no intimida a los rivales.
Además de que los heredianos suelen alquilar con frecuencia el Estadio Nacional y el Rosabal Cordero por las noches, o cuando enfrentan a la Liga y al Saprissa.
Según informó Jorge Sáenz, presidente de la entidad belemita, en el próximo mes comenzarán con la inversión del mejoramiento de la iluminación del estadio, para evitar esa mala costumbre de salir de casa por las noches.
De acuerdo con el jerarca, la luminosidad con la que va a contar ahora las instalaciones serán de las mejores del país.
Sin embargo, eso no evitará que cuando toque jugar ante manudos y morados deba optar por el Nacional, aunque eso signifique arriesgar el aspecto deportivo por los asuntos económicos .