La odisea al fin acabó para el As Puma : tras cinco “falsas localías”, el benjamín jugará su primer partido de la Primera División en su casa: Pérez Zeledón. Y lo hace con la ilusión de recibir a uno de los equipos más taquilleros del país, Saprissa.
“Estaremos aquí con nuestra gente y con nuestras familias. Todos lo esperamos con muchas ansias. En lo deportivo es un gran alivio, porque nos ayuda a no desgastarnos en viajes”, comentó ayer el jugador Marvin Chinchilla.
La Municipalidad de Pérez Zeledón llegó a un acuerdo con los dos equipos del cantón. Ahora la Alcaldía asumirá el control del estadio y cobrará los gastos a ambos clubes.
Rigoberto Chinchilla, presidente de la As Puma Generaleña, explicó que en adelante compartirán sede con el Municipal Pérez Zeledón y esperan seguir toda la temporada jugando en el mismo estadio.
El factor casa también servirá de influjo económico a un equipo que si bien conquistó todos sus ocho puntos como local en estadios ajenos (cuatro en el Rosabal Cordero y cuatro en el Fello Meza), ha arrastrado deudas en cada juego. La esperanza es un lleno total.
El juego será a las 11 a. m. y, por el calor de Pérez Zeledón, suman eso como un factor en contra de los tibaseños, que hoy salen a las 3 p. m.
“Nos preparamos para ganar. Pero un empate, contra un Saprissa que viene urgido de puntos, no me disgustaría, sería darle un espaldarazo al equipo”, afirmó el entrenador Mario Carrera, quien ya hace números para evitar el descenso a Segunda División.
Carrera dijo que hará varios cambios en el equipo generaleño. Tanto por las lesiones de Róger Fallas y Roberto Mudarra, como por la incorporación de nuevas fichas.
A doble sesión. Herido por la derrota en el clásico del pasado miércoles –su cuarta caída en los últimos cinco partidos–, Saprissa viaja al sur obligado a lo que su historia le impone: jugar bien, gustar y ganar.
Será el segundo juego de Jeaustin Campos a cargo de la S, un entrenador que apenas asumió el martes y desde entonces, en la medida de lo posible, ha implantado régimen de doble entrenamiento diario, para intentar desarrollar con celeridad su idea de juego.
Los jugadores morados hablan de un sistema con pocos cambios, pero sí más ofensivo. La movilidad en el ataque, ese estilo donde los delanteros están a cargo de crear variantes para que escojan los volantes, es el sello que Jeaustin quiere imprimirle al Saprissa.