La madurez y la experiencia son los dos escudos que el árbitro Randall Poveda utiliza para vivir con serenidad la previa de la final del Torneo de Verano 2013.
En su silbato recaerá la responsabilidad de impartir justicia en el juego que definirá al campeón nacional entre Herediano y Cartaginés el próximo sábado.
Pero su serenidad se sobrepone ante todo. Aquellas ansias y nerviosismo normales de la ocasión quedan en segundo plano para el réferi de 42 años.
Será su quinta final y quizás ese sea el secreto. No es nada nuevo para Poveda, quien vive sus días al lado de su hijo y su esposa.
De paso, su trabajo de lunes a viernes como asistente técnico de salud en la Caja Costarricense del Seguro Social lo distrae.
Desde la semana pasada se dio cuenta de la designación, noticia que tomó con mucho entusiasmo.
“Me di cuenta cuando vi que en la página web de la Federación Costarricense de Futbol estaba oficial. Lo tomé con mucha madurez y con la seriedad del caso, consciente de la responsabilidad que está en nuestras manos”, dijo Poveda.
En lo que corresponde al Torneo de Verano, Poveda ha dirigido 13 partidos, lo que le da la seguridad para llegar en buen nivel a la instancia decisiva.
“Se puede decir que es un reconocimiento que hace la Comisión de Arbitraje, que es una valoración a los árbitros que han tenido una buena participación y gracias a Dios ha sido un torneo para mi persona”, explicó el referí.
Sereno. Sería lógico pensar que conforme pasen las horas la ansiedad se incremente.
A eso se le agrega lo que sucedió en el partido de ida de la final en Cartago y la presión podría ser mayor por parte de los protagonistas.
Pero eso es muy fácil de solucionar para Randall Poveda.
“Viera que gracias a Dios ando muy fortalecido en la parte espiritual, de hecho tengo actividades dentro de mi iglesia cristiana, entonces son cosas que me ayudan a solventar todo eso. Tengo mucha fortaleza y paz en mi corazón para poder pasar estos días con mucha tranquilidad, compartiendo con mis hijos, con mi esposa, con mi familia”, aseveró el silbatero.
Para su jefe, el presidente de la Comisión de Arbitraje, Rodolfo Villalobos, el perfil de Randall Poveda encaja perfectamente para impartir justicia en una final.
“Ya ha dirigido en el torneo partidos que nosotros llamamos clase A. Lo ha hecho de muy buena forma y la buena calificación que tuvo en el partido de semifinal (vuelta Herediano-Pérez Zeledón) ayudó para tomarlo en cuenta en esta final. Tenemos mucha confianza en Randall porque tiene muchísima experiencia”, dijo Villalobos.