El 0-0 de ayer entre Herediano y Alajuelense fue histórico: por primera vez una final del fútbol de Costa Rica (de 39 disputadas) se quedó sin goles.
Dos equipos calculadores, fieles al estilo de las finales en que se han enfrentado, terminaron definiendo el título por penales.
El gol es el sabor dulce del fútbol, pero el espectáculo quedó de lado y los 180 minutos no fueron suficientes para que ni florenses ni manudos abrieran la puerta contraria.
Ni siquiera pesó la estadística del poderío ofensivo que el Team demostró durante el Torneo de Invierno 2013.
Antes del juego de anoche, Herediano fue arrollador en el Rosabal, goleando y ganando casi todos sus partidos, excepto el primero contra Uruguay de Coronado.
Su contrincante, Alajuelense, solamente anotó un gol en los últimos cuatro partidos de la segunda fase del certamen.
En la serie semifinal contra Saprissa perdió el primer juego 1-0, y posteriormente ganó por el mismo marcador para enderezar el global y avanzar a la final gracias a la ventaja deportiva.
Si las finales entre Herediano y Alajuelense se hicieron costumbre en diciembre, llegar a la prórroga también lo es.
Anoche ambos equipos se obligaron a disputar 30 minutos más.
Esta situación también se dio en los torneos de Invierno 2010, 2011 y 2012. En todas se impuso el equipo rojinegro, tres de ellas por la vía de los penales.
En todas Óscar Ramírez dirigió a los manudos, un hombre que sabe manejar muy bien este tipo de instancias.
Además, es la segunda final consecutiva en que el Team recurre a los penales para definir un título.
En el Torneo de Verano 2013, también en el Eladio Rosabal Cordero empató con Cartaginés, cuando los florenses se proclamaron campeones nacionales con su corona número 23.
Anoche, la sentencia de los 11 pasos fue favorable para la Liga.