Recién cumplidos sus 34 años, la estrella sueca Zlatan Ibrahimovic se empieza a jugar hoy su último chance de disputar un gran torneo de selecciones: la Eurocopa de Francia 2016, un certamen que, asegura, sería deslucido sin él.
“No puedo ni imaginar que la próxima Eurocopa se juegue sin mí”, dijo el espigado artillero.
Hoy, cuando se mida con Dinamarca en casa, en la serie por la repesca, el mediático delantero de 1, 95 m espera dar un paso gigante hacia el certamen galo.
El artillero anotó ocho goles en la fase de clasificación y, aunque es un veterano, afirma que su rendimiento está al tope.
“He jugado 13 partidos (en todas las competiciones), tengo nueve goles y cinco asistencias en mi cuenta. Mis estadísticas son mejores que antes, a medida que me hago más viejo. ¿Qué pasaría si yo fuera joven y bueno?”, se preguntó.
Este es el duelo más atractivo en una repesca que empezó el jueves con la caída de Noruega de 1-0 ante Hungría; ayer Bosnia igualó a uno contra Irlanda.