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El Valencia derrotó 2-1 al Celta en el partido de la despedida del técnico del equipo gallego, Luis Enrique Martínez.
El cuadro valenciano, con este triunfo, superó al Celta en la clasificación e impidió que, por primera vez en su historia, el Levante le adelantara en la tabla al final de la temporada.
Poco había en juego en este encuentro, tras una temporada en la que el Valencia ha estado muy por debajo de lo esperado y el Celta ha ofrecido una buena imagen, especialmente fuera de casa, aunque hoy no fue capaz de aprovechar su gol tempranero, para sumar ante el equipo valenciano.
El gol del Celta, logrado por Íñigo López en una gran jugada ensayada a los cinco minutos de juego, permitió al equipo gallego jugar sin prisas y tratar de elaborar su futbol con una buena salida del balón desde atrás y ante el desconcierto del Valencia en los minutos iniciales.
Pese a no jugar bien y a los numerosos fallos en el pase que cometieron los futbolistas del equipo local, los hombres de Juan Antonio Pizzi dispusieron de varias opciones de gol una vez el equipo se asentó y reaccionó tras el tanto visitante.
Casi siempre llegaban estas opciones en disparos lejanos que Sergio rechazaba con problemas y en algunas ocasiones en penetraciones por ambas bandas, en las que los defensas del Celta se anticipaban con acierto a los atacantes locales.
Tras el 0-1, el conjunto de Luis Enrique llegó muy poco a la portería de Diego Alves, mientras que el Valencia se acercaba cada vez más a meta céltica, hasta que a cinco minutos del descanso un buen centro pasado de Parejo fue devuelto de cabeza al centro del área por Piatti y Feghouli hizo el empate que premiaba si no la calidad de su juego, sí el tesón de los valencianistas.
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El defensa del Celta de Vigo Jonny Castro (derecha) pelea el balón con el brasileño Jonas Oliveira, del Valencia CF. (EFE)
El Valencia incrementó su dominio del juego en el tramo inicial de la segunda mitad y fruto de su insistencia llegó el gol de Piatti tras un buen centro de Feghouli.
Tras el gol las fuerzas se equilibraron, ya que el Valencia trató de frenar el ritmo del partido e impedir que el balón estuviera en posesión del rival.
El marcador favorable permitía al Valencia encontrar resquicios para acercarse a la meta de Sergio, aunque con excesiva frecuencia sus atacantes perdían la pelota al borde del área visitante sin poder concluir la jugada.
El Celta no se lanzó decididamente al ataque, aunque a medida que se acercaba el final del encuentro se empezó a jugar más cerca de la meta de Diego Alves. Al final, alternativas ante ambas porterías y victoria para el equipo que más la buscó.
