Estambul
La Confederación de fútbol de América del Norte, Central y Caribe (Concacaf) se despidió el martes de su último representante, México, y con ello quedó fuera de los cuartos de final del Mundial Sub-20 por primera vez en ocho años, tras dos ediciones además con un semifinalista.
México quedó tercero en Colombia-2011 y Costa Rica cuarto en Egipto-2009, mientras que en Canadá-2007 hubo dos equipos Concacaf en los cuartos de final, Estados Unidos y México, ambos eliminados en esa ronda.
Desde Holanda-2005, la Confederación no vivía la decepción de no colocar a ninguno de sus representantes en los cuartos de final, algo que ha ocurrido ahora en Turquía-2013, donde sólo los mexicanos habían conseguido superar la primera fase, tras las eliminaciones de Estados Unidos, Cuba y El Salvador.
Sin contar la primera edición (Túnez-1977), donde se pasaba del grupo directamente a semifinales, en los otros diecisiete Mundiales Sub-20 se había quedado sin presencia en cuartos en ocho de ellos.
Es sin duda un fracaso porque se esperaba más, sobre todo después de los buenos resultados de las últimas ediciones y de los éxitos de México en el Mundial Sub-17 de 2011 y en los Juegos Olímpicos de 2012, pero la realidad fue muy diferente esta vez en el país otomano.
México, además, sufrió tres derrotas en sus cuatro partidos, la última el martes contra España en los octavos de final, en un partido en el que plantó una gran batalla y dio una buena imagen, pero terminó cayendo 2-1 con un gol en el minuto 90 de Jesé Rodríguez, una de las perlas de la cantera del Real Madrid.
En la víspera de ese partido ante la Rojita en Estambul, el atacante mexicano Marco Bueno había sido preguntado en rueda de prensa sobre si consideraba que haber quedado como único representante de la Concacaf añadía una dosis extra de presión al equipo.
“Presión no creo que exista. Es al contrario, es una motivación. Siempre pensamos en lo más alto y ahora vamos a salir a ganar el partido”, afirmó el delantero, confiado en poder llegar lejos en el torneo.
No pudo ser y con el adiós a México, la Concacaf se queda ya fuera de un torneo que tradicionalmente ha sido esquivo a sus intereses y donde nunca ha conseguido levantar el trofeo, llegando únicamente a la final de la primera edición, la perdida por los aztecas ante los soviéticos por penales.
De los otros tres equipos, el que más cerca estuvo de superar la primera ronda fue el debutante El Salvador, que acabó tercero del grupo C, con dos derrotas y una victoria, que fue además histórica, contra Australia (2-1).
Fue el primer triunfo de una selección salvadoreña en un Mundial FIFA, sin contar el fútbol playa, y como tal fue celebrado.
“Tengo que decir que yo me siento muy orgulloso de lo que hemos hecho en nuestro primer Mundial (Sub-20)”, dijo su seleccionador, Mauricio Tuco Alfaro.
Los otros participantes se despidieron de forma más amarga.
Estados Unidos, con un plantel compuesto en su mitad por jugadores de origen mexicano, quedó fuera como colista del grupo A, con un punto (1-1 ante Francia) y con dos goleadas en contra por 4-1, contra España y Ghana. Fue, eso sí, en el considerado “grupo de la muerte” de la primera fase.
En el caso de Cuba, que como El Salvador disputaba su primer Mundial Sub-20, el balance fue de tres derrotas en el grupo B, una primera luchando ante Corea del Sur (2-1) y dos claras ante Nigeria (3-0) y Portugal (5-0).
La próxima oportunidad para la Concacaf en un Mundial juvenil será en el Sub-17 de Emiratos Árabes Unidos, en octubre, donde México, Honduras, Panamá y Canadá serán sus representantes.